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Mientras miles de bonaerenses sufren evacuaciones por inundaciones históricas, el subsecretario de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, Néstor Álvarez, bajaba del avión tras unas largas vacaciones en España con autorización oficial.
Mientras las lluvias azotan a la provincia de Buenos Aires, más de 9 mil personas están afectadas por anegamientos e inundaciones, y más de 2 mil vecinos debieron ser evacuados de sus hogares, el funcionario que debería estar al frente de la gestión hídrica bonaerense eligió apagar el celular y tomarse vacaciones. Se trata de Néstor Fabián Álvarez, subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia y máxima autoridad en materia de obras hidráulicas, que viajó a España con su esposa y su hija desde el 11 de abril hasta el 4 de mayo.
La medida fue autorizada por el propio ministro Gabriel Katopodis y publicada oficialmente en el Boletín Oficial del 8 de abril. En su ausencia, la firma del despacho quedó a cargo del subsecretario de Obras Públicas, Carlos Rodríguez.
Durante el mes en el que Álvarez estuvo de vacaciones, intendentes de distintos signos políticos intentaron comunicarse con él para solicitar obras de emergencia ante el riesgo de inundaciones. La respuesta fue el silencio: el funcionario apagó el teléfono y dejó a los municipios a la deriva.
La decisión de Axel Kicillof de sostener a Álvarez al frente de la subsecretaría de Recursos Hídricos ya venía generando cuestionamientos. No solo por su falta de reacción ante las demandas municipales, sino porque el propio Álvarez también fue responsable de la gestión hidráulica durante la presidencia de Alberto Fernández. En ese entonces, las obras para mitigar inundaciones brillaron por su ausencia. Hoy, con una nueva emergencia en el norte bonaerense, su rol vuelve a quedar bajo la lupa.
A esto se suma un dato llamativo: la esposa de Álvarez, Aida Sofía Ocaranza, no solo es autoridad del Museo Evita sino también empleada estatal desde 2015 en el área de Cultura del gobierno nacional, donde sigue trabajando aún bajo la presidencia de Javier Milei. Un caso que vuelve a poner sobre la mesa las redes de acomodo político y la continuidad de privilegios en distintos gobiernos.
Mientras tanto, las consecuencias son visibles. En Bahía Blanca, Campana, Salto y varios municipios más, las precipitaciones superaron los 400 mm en apenas 24 horas. Se activaron alertas rojas por tormentas, granizo y actividad eléctrica, y el agua alcanzó más de un metro y medio en barrios enteros. Las imágenes de vecinos autoevacuándose en botes, rutas colapsadas y niños varados durante horas por falta de asistencia recorren los medios.
La situación es crítica, y lo será al menos hasta esta noche, según admitió el propio gobernador Axel Kicillof, quien omitió referirse al tema. Sin embargo, el hombre que debía estar al frente de la respuesta hidráulica provincial prefirió disfrutar de la primavera europea junto a su familia. En medio del caos, una postal de impunidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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