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La jornada electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires arrancó con polémica: una escuela cerrada, un presidente enojado y un saludo que nunca llegó.
Este domingo, en el marco de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, el presidente Javier Milei protagonizó un momento incómodo en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Medrano, donde fue a emitir su voto pasadas las 11.00 de la mañana. A la tensión por la apertura demorada del establecimiento, se sumó un episodio menor, pero cargado de simbolismo: uno de los fiscales de mesa le negó el saludo al mandatario.
El episodio quedó registrado en video. Al acercarse a la mesa para sufragar, Milei extendió la mano hacia uno de los fiscales, quien, sin mediar palabra, evitó devolverle el gesto. El presidente, visiblemente sorprendido, levantó ambas manos y esbozó una sonrisa incómoda ante la situación.
El entorno de Milei intentó bajarle el tono al episodio, pero el gesto del fiscal se convirtió en una postal elocuente del clima político que atraviesa al país: un presidente confrontativo, que acumula frentes de conflicto incluso dentro de su propio espacio, y una ciudadanía cada vez más polarizada.
La jornada electoral en la UTN ya había comenzado con irregularidades. El establecimiento, ubicado en avenida Medrano 951, no abrió a las 8.00 de la mañana como establece la ley Electoral, lo que generó demoras y malestar entre los primeros votantes. El dato no es menor: se trata del lugar asignado al jefe de estado, que llegó al lugar acompañado por su hermana y secretaria General, Karina Milei.
Además del incómodo episodio con el fiscal, el mandatario aprovechó su contacto con los medios para lanzar una nueva andanada contra el expresidente Mauricio Macri, en medio de la polémica por un video falso generado con inteligencia artificial. “Macri está hecho un llorón, puro cristal”, disparó Milei sin anestesia, acusando al Pro de victimizarse “porque saben que se están extinguiendo”.
El cruce entre ambos espacios, antes aliados, sube de tono y amenaza con eclipsar una jornada clave para el oficialismo en la ciudad. Mientras la Justicia investiga la campaña sucia contra Silvia Lospennato, atribuida a cuentas cercanas a la juventud libertaria, el presidente parece decidido a convertir cada acto institucional en una batalla personal.
Pero esta vez, fue él quien se llevó una pequeña derrota simbólica: una mano extendida, un gesto congelado en el aire, y una risa que no logró ocultar el fastidio. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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