
Pastillas de Colores
Para evitar una intervención nacional y un escándalo en pleno año electoral, los sectores enfrentados de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense sellaron un acuerdo provisorio que permitió reactivar el comité provincial, aunque ya genera tensiones por el protagonismo excesivo de Miguel Fernández.
Para evitar que la sangre del canibalismo interno llegue al río, los dos sectores en lucha por la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense, tanto “Unidad Radical” de Miguel Fernández, como “Futuro Radical” de Pablo Domenichini, constituyeron en la práctica el acuerdo que evita la intervención del Comité Nacional y el papelón partidario en pleno año electoral. Desde hace pocas horas la moderna sede del comité provincia volvió a tener un mínimo clima de funcionamiento, tras años de inacción en los que sólo se deliberaba para cuestiones personales del saliente titular, el hoy senador nacional, Maximiliano Abad.
Lo cierto es que hubo una importante tregua al constituirse, según el acuerdo, una comisión o mesa directiva y una Convención, ambas a título muy provisorio y acotado en su toma de decisiones, en un esquema totalmente igualitario en su composición.
Como se viene informando, el cambio se registró en cuanto a las titularidades de cada cuerpo, dado que para la mesa directiva -que nada tiene que ver con la conducción de un Comité Provincia- fue designado Miguel Fernández y las responsabilidades de la convención “ad hoc” recayeron en Pablo Domenichini.
Fue muy proactivo ver, en los últimos días, una suerte de coincidencia desde ambas partes para resaltar las bondades del acuerdo interno, que permite recuperar una imagen de dinámica institucional partidaria, donde ningún sector y ningún referente puede sacar ventajas. En un esquema de ribetes muy provisorios y precarios no hay grandes anuncios porque no está dado el margen para ello y está claro que si los hubiere deberían ser consensuados.
Esto implica que, en principio, se avanzará lentamente hacia fines de junio, cuando se conocerá si el radicalismo concurre en soledad a las urnas -algo poco probable- o si se encamina hacia la integración con otros partidos en un frente electoral.
Todo resulta muy prematuro para ver cómo se encaminan las acciones teniendo en cuenta que recién se constituyeron ambos espacios de gobierno interno en los últimos días y no se conocen agendas de discusión. Persiste por estas horas una suerte de “relax” en que se desarrollaron las asunciones de dirigentes y la clásica presentación en sociedad con imágenes para redes sociales y presentación para la prensa.
No obstante, ya despertaron sospechas para propios y extraños, y para gran sector del periodismo, la excesiva exposición personal del exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, queriendo mostrar un rol que, en los hechos, no se acerca a los alcances de un titular partidario provincial.
En sus redes sociales, Fernández ya fijó sus posteos presentándose como titular “de contingencia”, pero los comentarios que circulan dan cuenta que hay que verlo jugar de ahora en más para ver cómo se comporta.
Ocurre que en épocas en que la comunicación parece serlo todo, es muy fácil configurar y reconfigurar situaciones para provocar confusión en la opinión pública. Para muestras basta un botón: en un clima de gran discusión sobre el resultado de las internas, Fernández se declaró presidente electo en más de una ocasión, ofreció reportajes y estaba decidido a actuar como si hubiera ganado.
Además, en un contexto donde todo puede confundirse en pocos minutos, las declaraciones públicas de Fernández en soledad podrían interpretarse como las pertenecientes a un titular partidario con todos los papeles en regla, cuando esto no es así. Si no salen del propio exjefe comunal las aclaraciones correspondientes en entrevistas o en fotos con otros dirigentes partidarios, la situación podría empeorar las relaciones con Pablo Domenichini.
En este contexto, y hasta que otras acciones señalen lo contrario, Fernández parece continuar con la inercia que deja Maximiliano Abad quien, aprovechando sus últimas horas en el comité provincia, posó con dirigentes del Pro adelantando en forma inconsulta decisiones que incumben a la organización partidaria.
Por el momento, nada se escuchó decir desde la oposición interna de “Futuro” y si bien suelen respetar estos tiempos de “luna de miel” podrían denunciar a viva voz cada exceso que vean de parte de sus rivales internos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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