
Municipales
En plena crisis provincial y con Milei en la Casa Rosada, Pablo Grasso lidera un reagrupamiento del peronismo territorial en Santa Cruz. Reuniones, gestos políticos y cuestionamientos al gobernador Vidal en clave electoral.
La interna política en Santa Cruz se empieza a recalentar y el peronismo local mueve sus fichas. Con el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, al frente, una nueva camada de jefes comunales peronistas empieza a ensayar su propio rumbo de cara al 2027, marcando diferencias tanto con la gestión provincial de Claudio Vidal como con el gobierno nacional de Javier Milei.
El último encuentro, realizado en Caleta Olivia, sirvió como escenario para exponer esta estrategia territorial. Allí confluyeron intendentes actuales y exintendentes, concejales de la zona norte, gremialistas de peso como Sergio Sarmiento (Camioneros) y Pedro Mansilla (SOEM Río Gallegos), referentes universitarios, empresarios y vecinos. Todos alineados bajo una misma consigna: recuperar protagonismo y ponerle límites a una gestión provincial que acusan de ajustar sobre los municipios.
En su paso por la ciudad del Gorosito, Grasso inauguró un nuevo Centro de Información Turística, pero lo simbólico fue más fuerte que lo institucional: el acto devino en un espacio de fuerte contenido político. Más tarde, el Intendente también visitó Las Heras, donde reconoció a militantes peronistas, dejando claro que su intención es consolidar un frente con anclaje en el territorio y la historia partidaria.
“Hay que volver a pelear por lo que hemos conseguido”, enfatizó Grasso ante los presentes. Y apuntó directamente al gobernador Claudio Vidal: “Hoy gobierna un modelo que la gente eligió porque le creyó. Le creyó que iban a ganar como petroleros, y hoy están echando trabajadores”. También denunció que el gobierno provincial “le saca plata a los municipios”, en alusión a la disputa por fondos coparticipables y autonomía local.
La narrativa que impulsa el jefe comunal de Río Gallegos recupera elementos tradicionales del peronismo —militancia, justicia social, organización de base— pero con una lectura crítica del presente, buscando diferenciarse tanto del oficialismo provincial como del “libertarismo” de Milei.
“Hay que recuperar la política”, dijo Grasso en tono de convocatoria. “Se habla mucho, pero se escucha poco. Necesitamos el impulso de todos para construir lo que viene”, agregó, en un mensaje dirigido tanto a la militancia como a dirigentes que aún permanecen en silencio.
El peronismo de Santa Cruz, que supo gobernar la provincia durante décadas, hoy busca reinventarse en un contexto adverso, con una dirigencia que intenta reconstruir legitimidad desde el territorio y sin figuras nacionales fuertes.
La pregunta que se empieza a instalar es si Grasso y compañía lograrán convertirse en una alternativa sólida o si este reagrupamiento es apenas un ensayo más en el largo camino hacia una oposición con volumen real. Lo cierto es que, con las primeras señales del calendario electoral en el horizonte, los intendentes ya salieron a marcar el paso. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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