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El analista internacional Anderson Riverol analizó la tensa reunión entre Donald Trump y su par sudafricano Cyril Ramaphosa. El presidente estadounidense acusó al gobierno de Sudáfrica de permitir crímenes de odio contra granjeros blancos y presentó un video que dejó en evidencia discursos de odio racial por parte de dirigentes sudafricanos.
“Fue una emboscada. Donald Trump mostró imágenes de líderes sudafricanos alentando el asesinato de granjeros blancos, lo que causó un profundo desconcierto entre los presentes. El presidente Cyril Ramaphosa y su equipo quedaron completamente descolocados, sin saber cómo responder”, explicó Anderson Riverol.
El trasfondo de este episodio, según el analista, excede la preocupación por los derechos humanos y se inscribe también en una lógica de disputa geopolítica. “Sudáfrica ha sido uno de los principales impulsores de la propuesta de los BRICS para reemplazar el dólar con una nueva moneda. Trump no solo cuestionó un problema humanitario grave, sino que también dejó claro su rechazo a ese desafío económico”, apuntó.
Riverol recordó que, si bien Sudáfrica transitó el camino de la reconciliación racial liderado por Nelson Mandela, “en los últimos años han resurgido discursos extremistas que llaman al asesinato de granjeros blancos, muchos de los cuales han sido efectivamente torturados y asesinados. Hay denuncias de organizaciones de derechos humanos que lo documentan”. En ese contexto, Trump no dudó en intervenir y, según indicó el analista, “ha impulsado medidas para recibir en Estados Unidos a personas perseguidas por esta violencia racial”.
“Esto no tiene precedentes. Nunca se había visto en una reunión oficial que un presidente le mostrara un video así a otro mandatario. Generalmente se opta por el lenguaje diplomático o los comunicados formales. Pero Trump no actúa como lo haría cualquier otro líder. Es directo, provocador y usa los recursos a su alcance sin filtros”, remarcó.
En cuanto a las consecuencias de este gesto, Riverol fue contundente: “Estados Unidos puede hacerlo porque no depende económicamente de Sudáfrica. Lo mismo ocurrió con Ucrania, cuando el vicepresidente Mike Pence le reclamó a Volodímir Zelenski por su apoyo a los demócratas. Pero con potencias como China o Rusia, dudo que Trump actúe de la misma manera”.
Finalmente, el analista comparó la actitud de Trump con la recepción cordial que recibió recientemente la primera ministra italiana Giorgia Meloni en la Casa Blanca. “Meloni es hoy la única figura política que puede mostrar buenas relaciones con Europa y con Estados Unidos, lo que marca su fuerte posicionamiento dentro del conservadurismo internacional”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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