
Cultura
La intendenta Daniela Salzotto tomó una drástica decisión tras la difusión de un video captado por cámaras de seguridad del vivero municipal. La situación se suma a una seguidilla de episodios de violencia institucional, abuso de poder y acoso en la gestión local.
Catriel vuelve a estar en el centro de la polémica luego de que un coordinador del Vivero Municipal fuera despedido de manera inmediata al ser captado por las cámaras de seguridad teniendo relaciones sexuales con una trabajadora que dependía jerárquicamente de él.
El hecho, que tuvo lugar dentro del ámbito laboral, fue considerado por la intendenta Daniela Salzotto como un acto de “abuso de poder y conducta impropia”, y motivó su desvinculación inmediata del cargo sin derecho a defensa previa. La trabajadora involucrada no recibió sanción, dado que desde el Ejecutivo se sostuvo que se encontraba en una situación de vulnerabilidad por la relación de subordinación.
“La decisión fue tomada para proteger a los trabajadores y garantizar un entorno laboral libre de abusos”, indicaron desde el entorno de la jefa comunal. También remarcaron que el sistema de videovigilancia, instalado como parte de una política de transparencia, permitió detectar lo que calificaron como una “falta ética grave”.
Este nuevo episodio se suma a una cadena de escándalos que han sacudido la gestión de Salzotto. Hace apenas unos meses, el entonces presidente del Concejo Deliberante, Alberto Ariaudo, fue filmado mientras amenazaba con un arma de fuego a la intendenta y su gabinete. Renunció a su cargo tras ser imputado por amenazas y coacción.
Además, otro funcionario permanece bajo investigación judicial tras ser denunciado por acoso por una empleada de 22 años. La causa aún se encuentra en etapa de instrucción.
Frente a este contexto, la intendenta Salzotto reiteró que su gestión no tolerará “ningún tipo de violencia, abuso de poder ni relaciones desiguales que comprometan la integridad de las y los trabajadores municipales”. Desde su gabinete aseguran que se están reforzando los protocolos de actuación ante casos de violencia institucional y se evalúan nuevas medidas para fortalecer la prevención.
“Estos hechos no son simples faltas administrativas: son expresiones de un modelo de poder que estamos decididos a erradicar”, afirmaron fuentes cercanas a la mandataria local. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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