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Facundo Manes rompió con el radicalismo tradicional y lanza una “tercera vía” propia, con un armado político hiperpersonalista que busca posicionarlo para renovar su banca y proyectarse hacia 2027, apelando a sectores no kirchneristas, socialistas e independientes.
Con la desesperación individual por renovar su banca en la Cámara de Diputados de la Nación, el neurocientífico Facundo Manes va por su apuesta más arriesgada que es la de constituir un frente político que supere la grieta entre libertarios y kirchneristas.
Bajo la consigna que lo motiva que es “ni con los de hoy, ni con los de atrás, para adelante”, el legislador cree que encontró las palabras mágicas como para abrir el mar Rojo y así convocar a muchos seguidores con vista a las elecciones que se vienen en territorio bonaerense.
Manes fue muy metódico y gradual y didáctico en su cometido que estuvo siempre como plan “b” en su intención de construir desde dentro del radicalismo, muchas veces con la ayuda de padrinos políticos como lo han sido el exvicegobernador, Daniel Salvador y el senador nacional, Maximiliano Abad.
Más allá de liderar una virtuosa campaña allá por 2021, donde el radicalismo se puso a su servicio y le permitió una “derrota digna” frente al Pro de Diego Santilli, Manes también logró exhibir, al menos, una victoria territorial con su triunfo en muchos municipios del interior y secciones electorales.
Salvo en las secciones del conurbano, en el interior, generó mayor cantidad de concejalías y bancas provinciales para el centenario partido. Pero los hombres y mujeres de Alem siempre le reprocharon, por lo bajo, haber regalado espacios a una simulación de frente muy vacío de contenido, donde resultaron ganadores algunos estrategas del ruido mediático que ya estaban jubilados y más motivados en escribir algún libro o ser panelista de televisión.
Ese es el caso de Margarita Stolbizer, del Gen, y Emilio Monzó, ex Pro, quienes fueron beneficiarios de una generosidad extrema porque, además de volver al Congreso, también pudieron ubicar favorecer a legisladores provinciales.
Esa historia de construir un frente “manista” puede repetirse pero, claro está, sin el candado que le puede poner una interna complicada en la Unión Cívica Radical y que lo limita a Facundo en su gran proyecto hiperpersonalista de ser nuevamente diputado nacional y luego candidato a presidente en 2027.
Es por eso que, bajo una inyección de motivación al por mayor, el neurocientífico decide tomar el atajo y hacer un importante salto en alto, desde un pequeño espacio opositor interno bonaerense que compartía con Evolución, el casellismo y el storanismo en la UCR y construir una coalición que amplíe el ingreso de otros sectores.
Tal vez, se permita incluir a la UCR, pero por el momento está pensando en dirigentes del peronismo no kirchnerista, socialistas como el exlegislador Alfredo Lazeretti e intelectuales indepedientes.
En principio, el ahora exdirigente radical se puso a hacer los deberes y mandó a su hermano Gastón para que renuncie a la presidencia de la convención nacional bajo el fundamento de que en la UCR “nadie se salva sólo, sino que se impone la regla del sálvese quien pueda”. Una irónica metáfora que también describe la maniobra de los Manes de buscar una alternativa de salida a las necesidades políticas personales.
La pasividad de Gastón Manes en la convención contrastó y mucho con algún antecesor que le dio algún dinamismo y protagonismo mayor en la gestión partidaria. Es el caso del dirigente cordobés Jorge Sappia, quien cuando estuvo a cargo del máximo órgano deliberativo, se permitió dar una salida de expresión alternativa a quienes no comulgaban en un 100 por ciento con la impronta macrista. En ese sentido, utilizó las herramientas que le daba la carta orgánica y armó una suerte de comité nacional paralelo con comisiones de trabajo que canalizaban expresiones que tuvieron muchísima repercusión.
En todo este contexto, la renuncia del hermano Gastón, le permite a Facundo despegarse totalmente de la marca UCR y poder construir todo bajo su capricho e impronta personal, dado que no deberá desesperarse por el resultado de una interna que no puede superar ni controlar.
Ninguno de los dos hermanos ha anunciado su desafiliación partidaria, ni tampoco nadie cree que serán sometidos a un Tribunal de Disciplina partidario por estas cuestiones, por la simple razón que otros de sus correligionarios -como Maximiliano Abad- también hagan maniobras inconsultas de vinculación con otros frentes como el libertario.
En el marco de un radicalismo bonaerense que recién sale de la parálisis por la interna y una posible postergación en la definición de alianzas, cada uno de los dirigentes va viendo el río revuelto para hacer sus ganancias como pescadores.
Muchos se preguntan si Facundo Manes se lleva mucho desde el radicalismo para su armado y el interrogante que se abre es grande.
En principio lo acompañará el actual diputado nacional, Pablo Juliano, quien mucho le debe al neurocientífico por su presente político y, sumado a él podría migrar la legisladora provincial Nazarena Mesías, quien es candidata a vicepresidente del radicalismo bonaerense en la fórmula junto a Pablo Domenichini.
Tampoco es un dato menor que se hayan sumado los intendentes radicales de Lincoln, Salvador Serenal, y de Ameghino, Nahuel Mittelbach, mientras que queda en un un mar de incertidumbres la situación de algunos dirigentes que estaban fuertemente alineados con el médico y no se los ve más inclinados por permanecer puertas adentro del radicalismo.
Tal es el caso del diputado Claudio Frangul, quien comandó hace unos meses la ruptura del bloque y de Matías Civale, el tandilense que lo sucedió en la titularidad de esa estructura, como así también el Intendente de Tandil, Miguel Lunghi, flamante integrante de la conducción “de contingencia” en el comité provincia.
Lo cierto es que, con un discurso de homeopática dosis de oposición al gobierno libertario, Facundo Manes logra armar una masa crítica para ir ganando territorialidad, en su rol de “outsider bueno”, como a él le gusta identificarse a diferencia del presidente Javier Milei.
Habrá que ver si alcanza con sus ejes de campaña basados en educación y políticas públicas de desarrollo de ciencia y tecnología en un país donde las necesidades arrecian al ritmo de un tsunami en los sectores medios y bajos de la sociedad argentina. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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