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El analista Anderson Riverol analizó el caso de los opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas. Denunció la creciente persecución del gobierno de Nicolás Maduro, la falta de diálogo, el fracaso de la diplomacia latinoamericana y la injerencia de Estados Unidos en una situación “donde lo único que reina es la incertidumbre”.
"Antes de la conferencia de prensa de los opositores refugiados, hubo una reunión privada con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, que luego se manifestó públicamente a favor de los dirigentes", explicó Anderson Riverol. "Esto se da en paralelo a las gestiones del enviado especial de la Casa Blanca, Richard Grenell, que ha logrado liberaciones de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. Son señales mixtas que, lejos de aportar claridad, complejizan aún más el panorama”.
En ese marco, el analista calificó la situación como “un carnaval diplomático”, donde coexisten mensajes y contramensajes. “El gobierno venezolano dice que fue una entrega con salvoconductos. La oposición lo plantea como una operación de rescate. Lo cierto es que esta rueda de prensa dejó en evidencia dos mensajes: el respaldo institucional a los opositores y la confesión del fracaso de la diplomacia”, sostuvo.
Riverol denunció además las condiciones en las que estaban los dirigentes refugiados en la embajada: “Sin luz desde hace cinco meses, sin agua, cargando botellones con mangueras. Este hecho no tiene precedentes y deja claro que en Venezuela cualquier cosa puede pasar”.
Respecto al contexto electoral, el analista afirmó: “El chavismo se adjudicó una victoria en las últimas elecciones regionales, donde solo un estado fue ganado por la oposición. Pero ese gobernador se declaró a favor del gobierno. Es decir, la oposición institucional que no acompaña a María Corina Machado está completamente neutralizada”.
En esa línea, cuestionó duramente al dirigente Manuel Rosales, que “intentó disputar el liderazgo de Machado pero carece de apoyo real”, y aseguró que “la falta de confianza y transparencia electoral se acentuó con la eliminación de los códigos QR en las actas de votación”.
Riverol alertó también sobre el aumento de detenciones: “Ya van alrededor de 60 personas detenidas, muchas sin ser parte de la dirigencia opositora tradicional. Incluso se reportó el caso de un hombre de más de 80 años. Esto es gravísimo desde la perspectiva de los derechos humanos”.
Al ser consultado sobre el rol de Estados Unidos, fue tajante: “Por supuesto que la injerencia norteamericana exacerba la persecución del régimen. Cada vez que hay un acercamiento o presión, el chavismo responde con más fuerza sobre los opositores”.
La falta de canales institucionales para el diálogo fue otro de los puntos críticos. “No hay ninguna instancia de comunicación entre el oficialismo y la oposición. El único diálogo es entre Nicolás Maduro y Estados Unidos, pero dentro de Venezuela no hay ninguna posibilidad de acuerdo. La oposición está radicalizada, pero el gobierno también”.
Finalmente, Riverol fue pesimista sobre el futuro: “Lo que está en juego es la vida y la seguridad de los venezolanos. La falta de soluciones agrava la situación cada día. Esto no se trata de quién tiene la razón, sino de quién tiene el poder. Y hoy ese poder se usa para aplastar, no para construir. Si no hay un cambio de rumbo, el escenario puede terminar pareciéndose al de Cuba: sancionado, aislado y sin esperanza de transformación”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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