
Tecnología
Anunciada en 2009 por Cristina Fernández de Kirchner, la obra inconclusa es usada, hasta el día de hoy, políticamente mientras los bonaerenses esperan que se termine y garantice una mejor conectividad.
El gobernador Axel Kicillof volvió a reclamarle al presidente Javier Milei por el abandono de las obras de la autopista Presidente Perón, un proyecto clave que mejoraría la conectividad del Gran Buenos Aires, pero que se convirtió en un símbolo de frustración. El mandatario bonaerense señaló, vía X, que si Milei "no se va a hacer cargo, nos transfiera la jurisdicción para concretar los anillos que comunican transversalmente la producción y mejoran la vida cotidiana".
Volvemos a pedirle a a Milei que, si no se va a hacer cargo de las obras en la Autopista Presidente Perón, nos transfiera la jurisdicción para que podamos concretar los anillos que comunican transversalmente la producción y mejoran la vida cotidiana en el Gran Buenos Aires.… https://t.co/zxeHI7bGiY
— Axel Kicillof (@Kicillofok) May 26, 2025
Pero, este reclamo, aunque válido en el contexto actual donde se suspendieron los fondos a las obras públicas y se paralizaron otras tantas más, omite un historial de retrasos que comenzó mucho antes de la gestión de Milei, y que tiene raíces profundas en la administración de Cristina, quien anunció la obra en 2009 con promesas que nunca se cumplieron ante la presencia de Daniel Scioli.
Todo inicia el 6 de marzo del 2009, cuando la entonces mandataria encabezó un acto de llamado a licitación pública para construir la autopista Presidente Perón, que se proyectaba como tercer anillo de circunvalación del AMBA, con un trazado de 120 kilómetros que conectaría doce municipios, desde Tres de Febrero hasta La Plata. Pero, recién en 2011 se dieron inicio a las primeras obras, y en ese mismo año CFK precisó que esa "obra va a ser un antes y un después para la conectividad de la provincia de Buenos Aires" y aseguró que "en tres años, esta autopista estará terminada, mejorando la calidad de vida de millones".
Si bien inicialmente se estimaba una finalización para el 2012, después Cristina pospuso la fecha hasta el 2015. Sin embargo, dieciséis años después de su anunciación, la realidad es otra: la autopista sigue inconclusa, con apenas 52 kilómetros habilitados y los bonaerenses aún están esperando las mejoras prometidas.
La obra debería terminarse en 2015, ¿por qué Cristina Fernández de Kirchner no lo hizo? Y, también, ¿por qué Kicillof le reclama por ello a Milei? Durante el mandato de "La Jefa" (2007-2015), hoy reducida a una vocera del peronismo, el avance fue irrisorio. Según los documentos de obras públicas, entre 2010 y 2015 solo se concretó el 23 por ciento del proyecto.
Las razones son múltiples, pero todas apuntan a una gestión ineficiente. Por ejemplo, la expropiación de 3.900 terrenos necesarios para el trazado se convirtió en un laberinto legal y logístico que el gobierno de CFK no supo resolver; y otros tramos que podían avanzar, como el I, II, y III, se tardaron más de lo esperado y tuvieron largos períodos de inactividad.
Con el diario del lunes, esto podría relacionarse a los desmanejos irregulares que ocurrieron durante la presidencia K, los cuales terminaron dando con su condena en diciembre del 2022. En la Causa Vialidad, por la que fue sentenciada a seis años, se reveló que las obras públicas eran utilizadas para desviar fondos públicos y, en muchos casos, ni siquiera iniciaban. Si bien en el caso de la autopista Presidente Perón no tiene vínculo alguno con la disuelta constructora de Lázaro Báez, sí expone un modus operandi que parece repetirse: anunciar obras, militarlas, usar los recursos públicos, y no realizarlas.
Obviando esto último, hay otro patrón que se repite: los tramos que se construyen suelen inaugurarse en momentos estratégicos, casualmente cercanos a campañas electorales. Lo que evidencia cómo los funcionarios perpetúan el mal estado de la autopista para jactarse de sus minúsculos avances, a costa del malestar de los contribuyentes bonaerenses.
Ejemplificando esto podría recordarse que el 6 de diciembre del 2023 se habilitó el tramo entre el barrio 20 de Junio y la ruta nacional 3, sumando 52 kilómetros operativos. Aunque el país ya había elegido a Milei como su próximo presidente, el entonces ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, no dudó en usar la obra políticamente, afirmando que "refleja lo que tiene que pasar en la Argentina hacia delante con la continuidad dela obra pública".
Pero, la realidad es menos heroica de la que vendió el funcionario; los tramos inaugurados terminan conectando hacia la nada misma, porque el resto de la construcción de la autopista no avanza, hay hierbas creciendo y los terrenos ocupados ilegalmente en los alrededores son cada vez más. Kicillof, quien volvió a asumir en 2019 luego de cuatro años sabáticos, no puede desconocer esta historia. Su reclamo a Nación omite un dato crucial que el kirchnerismo, espacio al que pertenece, tuvo más de una década para completar esa autopista que prometió, y no lo hizo.
En lugar de asumir esa responsabilidad, Kicillof apunta al gobierno nacional por su política de "obra pública cero", la cual ciertamente agravó el problema, pero no lo convierte en responsable. Es decir, apuntar exclusivamente con el dedo a Milei es, al menos, una simplificación. Lo único certero es que, mientras Kicillof sigue buscando a quién culpar, los bonaerenses siguen esperando la obra prometida. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS