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La salida de Alejandro Sandilo marca una fractura evidente dentro del massismo chubutense.
El Frente Renovador en Chubut atraviesa una crisis interna que derivó en un cambio de conducción y un viraje político estratégico. Tras rechazar un acuerdo con el Partido Justicialista impulsado por Sergio Massa, Alejandro Sandilo presentó su renuncia a la presidencia del espacio provincial, dejando la conducción en manos de la diputada Vanesa Abril, cercana al oficialismo peronista.
La salida de Sandilo marca una fractura evidente dentro del massismo chubutense. El dirigente consideró que “el panorama con el PJ no es positivo” y prefirió dar un paso al costado antes de convalidar una alianza que, en sus palabras, no responde a las demandas de la militancia provincial. Su renuncia dejó la puerta abierta a un reordenamiento alineado con la estrategia nacional de Massa, quien apuesta por unificar el espacio bajo el paraguas del peronismo de cara a las legislativas del 26 de octubre.
Vanesa Abril, que asumió la conducción del Frente Renovador en la provincia, cuenta con experiencia en la administración pública —fue subsecretaria de Información durante la gestión de Mariano Arcioni— y actualmente integra el bloque Arriba Chubut en la Legislatura. Su designación representa un giro hacia la confluencia con el PJ, con la intención de construir un frente opositor al gobernador Ignacio Torres y al gobierno nacional de Javier Milei.
Con dos bancas nacionales en juego, el nuevo armado busca competir con una lista única, aunque puertas adentro las tensiones no están resueltas. Mientras tanto, sectores del Frente Renovador que no comulgan con el acercamiento al PJ observan con recelo lo que consideran una entrega de la autonomía partidaria a intereses nacionales. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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