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Liliana Carci, referente del Plenario de Trabajadores Jubilados, conversó tras una nueva movilización de cada miércoles en el Congreso, en la que distintas organizaciones sociales, trabajadores activos y pasivos reclaman por el tratamiento de la moratoria previsional, una recomposición salarial digna y la defensa de la salud pública.
"Esta gran movilización se ha convertido en una expresión de unidad, porque confluimos muchas organizaciones: los trabajadores del Hospital Garrahan, personas con discapacidad, científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y por supuesto, los jubilados", explicó Liliana Carci.
En ese marco, Carci denunció una “represión sistemática” cada miércoles frente al Congreso de la Nación Argentina, que a su entender responde a un ensañamiento político: “Quizás porque desde el primer día del gobierno de Javier Milei salimos a la calle a denunciar el ajuste. Y no nos equivocamos. Por eso nos castigan. Ya no se trata solo de si nos dan o no el aumento, es un castigo ejemplificador: que no cunda el ejemplo de los jubilados que resisten”.
La dirigente recordó que desde la devaluación inicial del gobierno libertario, las jubilaciones quedaron pulverizadas: “Cobramos en pesos, y ese primer 120 por ciento de devaluación nos arrasó. Hoy nadie puede vivir con una jubilación mínima y un bono congelado en 70 mil pesos. Estamos muy lejos de cubrir el costo de una canasta básica para adultos mayores, que ronda 1.500.000 pesos”.
También se refirió al proyecto de moratoria previsional, cuya caída dejó a más de 240 mil personas fuera del sistema: “Aunque a nosotros no nos afecta directamente porque ya estamos jubilados, defendemos la moratoria porque queremos que las próximas generaciones también puedan acceder a una jubilación. Con casi el 50 por ciento del empleo en negro, si no hay moratoria, no hay forma de jubilarse. Es un derecho que se conquistó con lucha y que ahora quieren borrar”.
Carci hizo hincapié en el impacto diferencial de esta política sobre las mujeres: “Nueve de cada diez mujeres no van a poder jubilarse sin moratoria. Las trabajadoras domésticas, en su mayoría mujeres, están en negro. Nadie controla los aportes patronales. Y los gobiernos, incluidos los que se dicen democráticos, nunca corrigieron la rebaja de aportes que impuso el menemismo”.
Además, criticó con dureza la privatización del sistema previsional: “Ya lo vivimos. Fue un desastre. Algunos compañeros se jubilaron con las AFJP y cobran menos que nosotros. El camino es el sistema de reparto y una recomposición salarial real. No queremos ser la variable de ajuste del Fondo Monetario Internacional”.
En relación al accionar del gobierno nacional, fue contundente: “Milei mintió. Dijo que iba a ajustar a la casta y está ajustando a los jubilados, discapacitados, trabajadores del Garrahan. Lo vemos en carne propia. Ha convertido su gobierno en una plataforma para aplicar un ajuste brutal, autoritario y fascista. Ha instaurado una lógica represiva porque sin represión no puede sostener este ajuste”.
Finalmente, ratificó la voluntad de lucha del sector: “No vamos a abandonar la calle. Porque eso también nos fortalece. La queja desde casa es un camino sin salida. La organización y la solidaridad nos mantienen en pie. Por eso seguimos saliendo, sumando sectores, aunque sepamos que el gobierno vetará lo que no le guste. Nos quieren disciplinar, pero no nos vamos a rendir”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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