Cuarto Propio Libros: “El papel tiene un rol clave en un mundo de pantallas”

“Cuarto Propio empezó en pandemia, en mayo del 2021, acaba de cumplir cuatro años”, recordó Guadalupe Reboredo sobre los inicios del emprendimiento, en plena salida del aislamiento. “La pandemia, con todo lo terrible que tuvo, me puso a pensar en qué quería hacer. Yo quería patear el tablero: tenía un trabajo que no me gustaba y siempre había soñado con tener una librería”.

Con el apoyo de amigos, familia y referentes del rubro, Guadalupe se lanzó a una aventura de la que poco sabía, pero a la que le puso todo su entusiasmo: “El tip romántico es con muchas ganas y amar los libros. Hay que arrancar, ir viendo y ponerle todos los días”.

El crecimiento fue paulatino. Empezó con 200 ejemplares en un local pequeño y hoy ya no le entra el stock: “Días que no entraba nadie, días que sí, el proyecto fue creciendo y hoy tengo un público súper fiel que va de boca en boca”.

Consultada sobre el panorama actual del sector, fue categórica: “Es un mercado difícil. El libro no es un bien fundamental, no es comida. Al momento de recortar gastos, lo cultural suele quedar relegado. Pero eso no significa que la gente no lea”.

“Yo doy fe de que se lee”, sostuvo. “Incluso con el boom de El Eternauta, por la serie. Ahora que lo tengo en la vidriera, los pibes del colegio de la cuadra se pegan al vidrio”. También destacó el rol de los objetos físicos frente al mundo digital: “El papel tiene un rol en este momento del mundo en que todo es pantallas. Poder salir un poco de la tecnología y volver al libro es fundamental”.

En cuanto a la producción editorial, subrayó el valor de las buenas ediciones: “Hay algo que tiene una buena edición que no conseguís en ninguna otra forma de consumir literatura. Para regalar, para disfrutar, los libros infantiles también son un gol”.

Reboredo se mostró preocupada por la coyuntura actual: “Camino por el centro y veo locales vacíos. Se fueron muchas librerías desde el advenimiento de Javier Milei hasta hoy”. Mencionó el cierre de proyectos como Cariño en Villa Elisa o Kaurismäki, que migraron a la venta online. “Es difícil mantener el costo de un local”.

No obstante, cerró con una mirada esperanzadora: “Yo creo que hay luz. Es muy complejo el comercio hoy, pero se sigue leyendo. La gente sigue viniendo, buscando, recomendando. El amor por los libros no se termina”. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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