Para Luis D’Elía, la toma del Instituto Juan Domingo Perón "fue un show, un autobombo de Grabois"

“La ocupación del Instituto Nacional Juan Domingo Perón me recordó a lo que fue la toma de la comisaría 24 de La Boca, cuando asesinaron a Martín ‘El Oso’ Cisneros. En ese momento, la comisaría estaba vinculada con narcos del barrio. La tomamos durante 20 horas hasta que capturaron al dealer y lo metieron preso. Por eso fui condenado a cuatro años de prisión, según cables de Wikileaks, por presión de la embajada norteamericana. Lo hice con orgullo, porque la historia me obligaba”, relató Luis D’Elía.

En contraste, se mostró indignado por el accionar de Juan Grabois durante la ocupación del Instituto Perón: “Eso fue autobombo, fue un show. No tengo simpatía por él. Tenía como secretario de su cooperativa a Pepín Rodríguez Simón, vocero de Carolina Stanley en el macrismo. Mientras algunos fuimos presos por no pactar, él jugó para ellos”.

“Grabois manejó 300 millones de dólares de la secretaría de Integración Socio Urbana y tiene más de sesenta denuncias por corrupción. Es incoherente. Cuando Cristina Fernández de Kirchner lo avaló como candidato, yo no lo podía creer”, añadió.

Consultado por una posible candidatura de Cristina, D’Elía no dudó en respaldarla: “A veces no coincido con ella, pero es la mejor dirigente que tuvimos en mucho tiempo. La están demonizando mientras Mauricio Macri, con 224 causas de corrupción, goza de impunidad total. Me da asco esa doble vara. Cristina debería conducir la oposición”.

El dirigente también recordó que durante el kirchnerismo fue un actor político de peso, pese a no tener cargos formales: “Nunca fui funcionario de Néstor Kirchner, pero cada mañana me llamaba a las 7.15 para marcar el tema del día. Era su vocero oficioso. Incidía más que muchos ministros”.

En relación a Axel Kicillof, D’Elía valoró su capacidad técnica pero fue crítico: “Es talentoso, pero tiene prejuicios conmigo. No se expresa sobre Palestina, y todos los que apoyamos esa causa somos sospechados de antisemitas. Es difícil hablar con él. Hay un entorno que lo aísla, y muchos de sus ministros ni siquiera son del conurbano”.

Además, reclamó una mayor representación del conurbano bonaerense en el gobierno provincial: “Fui concejal de La Matanza, diputado por la tercera sección, viceministro de Educación, y nunca nos llamaron para nada. Hay funcionarios que no conocen las complejidades del conurbano. Hace 40 años que vivo en un asentamiento, y mi contacto diario con los vecinos es mi mejor termómetro de la realidad”.

Por último, se refirió a la situación en la feria de La Salada: “Es un lugar muy complejo. A diferencia de La Matanza, donde hay ferias organizadas con matrículas, en La Salada falta control municipal y hay que cortar con negocios truchos como el tráfico de marcas”. “Estoy al servicio de lo que diga la gente. Para mí, la política no es conseguir un cargo, sino incidir en el rumbo general”, concluyó el dirigente. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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