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Mientras el gobierno argentino continúa sin pronunciarse sobre genocidio en la isla africana de Annobón, una contundente resolución de Naciones Unidas acaba de dejar al descubierto las atrocidades del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien gobierna Guinea Ecuatorial con puño de hierro desde 1979.
Durante las últimas horas, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas hizo pública la condena contra el régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo por la detención arbitraria de 37 ciudadanos annoboneses y exigió su liberación inmediata, indemnización y una investigación internacional sobre los responsables. La resolución, que califica los hechos como una grave violación a los derechos fundamentales, fue notificada oficialmente el 10 de junio y ese mismo día el régimen anunció -por presión internacional- la liberación de los 37 secuestrados.
Según el documento oficial a la que tuvo acceso REALPOLITIK, las detenciones fueron arbitrarias bajo cuatro de las cinco categorías reconocidas por la ONU, incluyendo la Categoría V, reservada a casos de discriminación étnica, cultural y nacional. En otras palabras, la ONU reconoció que el pueblo annobonés está siendo perseguido por su identidad, lo que legitima su reclamo de autodeterminación.
La denuncia había sido presentada en septiembre de 2024 por el abogado español Aitor Martínez Jiménez en representación del Primer Ministro de República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, y de los 37 ciudadanos víctimas de la represión estatal. La isla, actualmente militarizada, lleva cerca de un año incomunicada -sin teléfono ni internet- y bajo control absoluto del régimen, que responde con detenciones, torturas y censura a cualquier intento de protesta.
Paradójicamente, mientras el sistema internacional de derechos humanos lograba una victoria histórica, el gobierno argentino optó por el silencio o, peor aún, por la complicidad. El embajador argentino en Etiopía, Juan Ignacio Roccatagliata, mantuvo una reunión con un emisario del régimen de Obiang en la que -según los medios oficialistas de Guinea Ecuatorial- expresó el respaldo de la administración de Javier Milei a la dictadura. El escándalo fue tal que Roccatagliata debió borrar su cuenta de X (ex Twitter).
La visita del Embajador #Juan Ignacio #Roccatagliata, es el testimonio del firme compromiso de la República Argentina de seguir fortaleciendo las excelentes relaciones de amistad con Guinea Ecuatorial, como dos países hispanohablantes y del Sur global. pic.twitter.com/W9bsz1YGU2
— Embajada Guinea Ecuatorial en Etiopía (@guinea_en50642) May 15, 2025
El ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina, lejos de desmentir o rectificar la posición, suspendió los actos por el día de África tras la polémica, profundizando así el malestar diplomático.
Mientras en el plano internacional se celebra una condena sin precedentes contra un régimen que viola sistemáticamente los derechos humanos, Argentina permanece muda, aliándose tácitamente con una dictadura que ha convertido a la isla de Annobón en un laboratorio de tortura y represión étnica.
La resolución completa, de acceso público, será publicada en los próximos días en el sitio oficial del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU. Sin embargo, el mensaje ya es claro: Annobón no está sola, y el mundo comienza a escuchar su grito de libertad, muy a pesar del silencio del gobierno argentino. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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