
Interior
Un insólito sindicato frutihortícola del conurbano reúne a dirigentes libertarios con respaldo camporista, en una alianza tan contradictoria como real.
La política argentina no deja de sorprender con situaciones insólitas, y el conurbano bonaerense sigue siendo un escenario fértil para episodios que ni Federico Fellini hubiese imaginado como parte del guion de una de sus películas. Uno de estos casos es la creación del Sindicato Único de Trabajadores Frutihortícolas de la República Argentina (SUTFRURA).
Lo más insólito no es el nombre -tal vez, si reformularan el nombre, quedaría algo más adecuado a la actividad: SUFRUTA-, sino la manera en que se constituyó este sindicato. Sus principales referentes conocen de frutihorticultura apenas lo suficiente como para haber comprado naranjas o mandarinas en la verdulería del barrio. El staff está encabezado por Silvia Sierra, exconcejal del Pro en Lomas de Zamora. Aunque fue una firme defensora del macrismo en la provincia, Sierra no dudó en saltar al barco de La Libertad Avanza (LLA) tras la victoria electoral de Javier Milei, decepcionada por una presunta promesa incumplida de integrar el directorio del Mercado Central luego del triunfo de Jorge Macri en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
A pesar de su trayectoria en el Pro, Sierra siempre estuvo más vinculada al fallecido armador político lomense Santiago "Beto" Carasatorre, a quien realmente respondía. Sin embargo, tras el triunfo de Milei, fue reclutada por el senador provincial Carlos Curestis, que responde a Sebastián Pareja, y sumada a su espacio.
Junto a Sierra, como secretario gremial, figura Carlos Alende. Nieto de un prócer del desarrollismo, Alende ha transitado casi todos los espacios políticos de las últimas décadas: comenzó en el partido Unión Popular de Francisco de Narváez, pasó al massismo acompañando a la diputada provincial Mónica López (célebre por su colección de 270 pares de zapatos), se alineó al Pro durante la gestión bonaerense de María Eugenia Vidal, coqueteó con el albertismo y actualmente recaló en LLA junto a Sierra.
Que estos actuales libertarios dirijan un sindicato puede parecer un oxímoron, considerando el perfil ideológico del mileísmo. Pero el dato más llamativo es que este emprendimiento cuenta con el apadrinamiento de sectores del gobierno de Axel Kicillof y, más puntualmente, de La Cámpora.
Un sindicato liderado por libertarios y respaldado por camporistas: más que una contradicción, parece un absurdo. Pero en las enmarañadas tierras del conurbano bonaerense, estas cosas pueden pasar. Y, efectivamente, pasan. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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