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Nicolás Tortorella, presidente de la Sociedad Rural de Ayacucho, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la preocupante situación que atraviesan los caminos rurales del distrito y su impacto directo en la educación de niños y niñas que viven en el campo.
“La ruralidad depende netamente de los caminos rurales”, advirtió Nicolás Tortorella, al explicar cómo la falta de mantenimiento de las rutas afecta no solo a la producción agropecuaria, sino también al transporte escolar. Con más de 2.200 kilómetros de caminos rurales en el distrito de Ayacucho, la situación se agrava en épocas de lluvia y frío, cuando las falencias estructurales impiden la circulación.
El presidente de la Sociedad Rural de Ayacucho fue categórico: “Estamos en 2025 produciendo sobre caminos que tienen 100 años”. A pesar de algunas reformas realizadas, remarcó que la infraestructura vial rural continúa siendo obsoleta para las necesidades actuales.
Sin embargo, el punto más crítico de su intervención fue el acceso a la educación rural: “Tenemos 117 alumnos que no han concurrido todavía un solo día de clase”. Según detalló, se trata de estudiantes de nivel primario y secundario que, por el mal estado de los caminos, no pueden ser transportados a sus escuelas. “Cuando uno habla de igualdad, ¿cómo compara a un chico del pueblo que fue todos los días a clases con uno que no fue ni un solo día?”, cuestionó.
Tortorella también alertó sobre las consecuencias sociales y laborales de esta problemática: “Una familia rural termina separándose porque uno de los padres tiene que venir al pueblo con el hijo para que pueda ir a la escuela, y el otro termina dejando el trabajo y volviendo también”. De este modo, la falta de acceso a la educación impacta en la permanencia de las familias en el campo y en la disponibilidad de mano de obra rural.
Consultado sobre el rol de la Sociedad Rural en esta problemática, respondió con contundencia: “Todos me preguntan por qué la Rural se mete en este tema. Y yo les pregunto: ¿por qué no me debo meter?”. Consideró que, más allá de las discusiones históricas, es momento de buscar soluciones en conjunto. “Los adultos no estamos pudiendo resolver un problema que es de los chicos”, lamentó.
Además, propuso que se conforme una gran mesa de trabajo entre todos los sectores involucrados, incluyendo padres, funcionarios, directores de Vialidad y el Consejo Escolar. “No podemos recaer ni todos en el estado ni toda la culpa en los padres. Tenemos que encontrar un equilibrio”, afirmó.
Tortorella destacó que hay ejemplos positivos, como el de Benito Juárez, donde un sistema de transporte escolar y caminos rurales bien planificados funciona hace más de 25 años. “Quizás haya que reformar el sistema educativo rural. Tal vez el modelo actual ya no se convalida con los tiempos que vivimos”, sugirió.
Finalmente, cerró con una reflexión sobre la responsabilidad institucional del sector rural: “Hoy el rol fundamental del gremialismo nuestro debe pasar por la educación. No por bajadas de línea, sino por mostrar cómo producimos y a quién acompañamos”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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