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En provincia de Buenos Aires no genera sorpresa que inventen cargos de dudosa utilidad para designar a amigos del poder y en el caso de Alesia Abaigar no pareciera ser la excepción. ¿Qué funciones cumplía en la dirección de Sensibilización?
Este miércoles los medios fingieron sorpresa al revelar quién estaba detrás del ataque a la vivienda del diputado liberal José Luis Espert, y esbozaron el nombre de Alesia Abaigar, una funcionaria del ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires que fue rápidamente detenida por orquestar este acto vandálico. Se suma a ello, tal como informó este medio, el cargo en la planta que supo tener en el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).
Fue la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien anunció la detención y denunció la doble cara de la funcionaria K: "De día trabaja en el ministerio de las Mujeres y de noche tira caca a la casa del diputado Espert", ironizó casi de manera burda, pero relatando los hechos. Este suceso no solo evidencia el acto repudiable en sí, sino que pone bajo tela de juicio el área que Abaigar conduce y que solo parecieran redundar a las funciones del propio ministerio al que responde, sin aportar soluciones concretas a las necesidades de la provincia.
A la mañana trabaja en el Ministerio de la Mujer y de la Diversidad de la PBA y a la noche tira caca a la casa del diputado Espert.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) June 25, 2025
Un Ministerio con presupuesto enorme y los únicos resultados son mantener delincuentes.
La militante kirchnerista Alesia Abaigar quedó detenida.… pic.twitter.com/mqlIshSOHz
Abaigar, licenciada en comunicación social y profesora de yoga, desde enero de 2024 desempeña el cargo de directora de Sensibilización y Promoción de Derechos en el ministerio de las Mujeres. Según el mapa del estado, sus funciones incluyen implementar programas territoriales con perspectiva de género y diversidad sexual, coordinar campañas de sensibilización sobre derechos de mujeres y personas LGTBI+, y promover actividades de formación sobre temas como soberanía alimentaria desde una perspectiva feminista.
También se encarga de difundir información sobre derechos sexuales y reproductivos, como el parto respetado o la interrupción voluntaria del embarazo, y de capacitar en interseccionalidad de género y acceso a políticas públicas. En papel, estas tareas suenan ambiciosas, pero en la práctica, su impacto es difuso, redundante y, en muchos casos, meramente discursivo.
¿Qué resultados tangibles generaron estas iniciativas en una provincia donde los problemas estructurales, como la falta de infraestructura básica, persisten desde hace décadas?
El ministerio de las Mujeres, creado en 2019 bajo la gestión de Axel Kicillof, ya tiene como objetivo central promover políticas de género y diversidades. Sin embargo, la dirección de Sensibilización, encabezada por Abaigar, parece ser una estructura paralela que duplica esfuerzos y gastos no tipificados en el apartado presupuestario, cabe resaltar, sin ofrecer soluciones concretas.
Sus funciones, descritas con un lenguaje grandilocuente, se limitan a actividades de "promoción", "articulación" y "sensibilización" que, en la práctica, no se traducen en cambios estructurales para las mujeres, minorías y diversidades de la provincia. Por ejemplo, coordinar campañas de difusión o ferias inclusivas suena bien, pero ¿cómo impacta esto en los barrios que carecen de cloacas, agua potable o conexiones de gas, y que se inundan cada vez que llueve?
La falta de estos servicios básicos, que deberían ser prioridad para cualquier gestión, contrastan con los objetivos poco útiles de la dirección de Sensibilización. Mientras Abaigar y su equipo organizan talleres sobre "soberanía alimentaria feminista" o ferias para "divulgar políticas de género", cientos de miles de bonaerenses enfrentan condiciones de vida indignas, sin acceso a infraestructura esencial, y seis de cada diez niños no pueden comer todas sus comidas diarias.
La desconexión entre estas prioridades burocráticas y las demandas reales de la sociedad es abismal. ¿De qué sirve una campaña de sensibilización si las mujeres bonaerenses, a las que supuestamente se dirigen estas políticas, no tienen acceso a agua potable, seguridad u obras públicas?
Lejos de representar los valores de inclusión y respeto que dice promover, Abaigar optó por un acto de violencia simbólica, planificado y premeditado, según denunció Espert. Este episodio no solo mancilla su trayectoria como funcionaria, sino que refuerza la idea de que el ministerio de las Mujeres, y en particular su dirección de Sensibilización, es un espacio más dedicado a la militancia partidaria que al servicio público. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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