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1 de julio de 2025 | Cultura

Regresaron los banquetes porteños

La Renga volvió a CABA con tres horas de rock y la lengua afilada del Chizzo

La banda regresó a Huracán, donde había tocado hacía casi ocho años, en la primera de las tres funciones anunciadas en ese estadio. El cantante aprovechó la oportunidad para hacer un comentario sobre el odio que cunde en las redes sociales.

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por:
Juan Provéndola

Casi ocho años después, La Renga volvió a tener permiso para tocar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el sábado inició la saga de shows en el Club Atlético Huracán, estadio donde anunció un total de tres conciertos (este miércoles y el sábado próximo se completará la tríada). Aunque el frío polar calaba profundo en los huesos y en los pulmones, nada parece impedir a las huestes rengueras de procesar en masa hacia estas ceremonias.

La banda surgida en Mataderos había tocado oficialmente en CABA por última vez el 30 de agosto de 2017 en el Palacio Ducó, cierre de una recordada saga de seis presentaciones en ese recinto. Para su retorno a la misma ciudad y al mismo aforo pasaron casi ocho años, tiempo en el que la banda publicó una pila de canciones nuevas repartidas entre un disco ("Alejado de la red"), la banda sonora de su propia road movie ("Totalmente poseídos") y un single estrenado en diciembre último. Cinco de esos temas sonaron el sábado por primera vez en la Capital a manos de sus propios autores e intérpretes. Ellos "Buena ruta, hermano", que a fuerza de repetición se está imponiendo como el opus de apertura de los "banquetes", tal como los fans llaman a estos eventos. 

En tiempos donde el mercado parece querer regir las relaciones interpersonales y comerciales de nuestro queridísimo país, los shows de La Renga parecen estar adelantados casi 25 años. Es que desde que la banda se convirtió en un fenómeno de estadios, sus banquetes dinamizan una economía que debe alimentar —sin exagerar—a centenares de familias. De remeras a choripanes, de cervezas a banderas, una auténtica romería se extiende a lo largo de cuadras en los alrededores del lugar de turno. En el caso de la velada en Huracán, los ejes centrales de estas peatonales del consumo y el placer son por las avenidas Colonia y Los Patos, donde hasta entrada la madrugada del domingo seguían crepitando los carbones de los últimos chulengos en pie. 

"Y en el frío de aquel invierno le quedaba una cita pendiente allá, por el barrio de Lugano", dice una canción. "La Perito sigue desierta y la luna que se ha posado sobre los techos de Pompeya", narra otra. El sur porteño aparece en la narrativa de los primeros discos de una banda formada en Mataderos. Por proximidad geográfica y también por historia, el trío incluyó en su repertorio del sábado "El twist del pibe" y "Voy a bailar a la nave del olvido", canciones con citas a esos barrios que componen la primigenia cartografía renga. Además, en las gráficas proyectadas sobre el telón-marco del escenario aparecía cada tanto una ilustración del baterista Tanque Iglesias en moto y con el Puente Alsina a sus espaldas. 

El que esperaba algún comentario de Chizzo Nápoli sobre las farragosas gestiones que La Renga debió mantener con el gobierno porteño para volver a tocar en CABA quizás se quedó con las ganas: el cantante apenas deslizó algo así como una ironía cuando dijo que "las autoridades se sentaron a hablar... y hemos tenido una linda charla, je". Sin embargo, minutos después subió la apuesta y encaró un tema de estricta actualidad, aunque en un tono casi paternalista: "Está de moda insultar por las redes sociales. No sé que está pasando, chicos. Nos tratamos para el orto últimamente. ¿Qué pasa? Hasta hay colegas que te insultan. Las cosas hay que ir y decirlas de frente, loco. En la cara". Y, luego de eso, remató con el nombre de la canción que venía a continuación: "Hay que parar de darle de comer a ese monstruo que crece".

Al cabo de casi tres horas y treinta canciones, el grupo dio fin a su performance con una frase ya conocida por todos los rengueros: "Y ahora nos vamos 'Hablando de la libertad'", concluyó el Chizzo antes del clásico tema de cierre de los banquetes. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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