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Matías de Urraza, coordinador de La Libertad Avanza en La Plata, cobra más de 6 millones de pesos como funcionario de la Legislatura bonaerense, pese a haberse iniciado en el espacio de Sergio Massa y predicar hoy contra la “casta” desde un cargo estatal que ocupa desde 2016.
Matías de Urraza es uno de los nombres más resonantes dentro del armado libertario de la región capital bonaerense. Coordinador de La Libertad Avanza (LLA) en La Plata y referente del espacio de Javier Milei en la octava sección electoral, se presenta como abanderado de la “casta que hay que erradicar”. Sin embargo, su propia historia parece contradecir la narrativa libertaria que predica.
Desde enero de 2016, De Urraza trabaja en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, adonde ingresó como asesor del Frente Renovador de Sergio Massa. Años más tarde, en plena reconversión ideológica, migró hacia el espacio de Milei y se convirtió en uno de los armadores clave de LLA en el territorio. Hoy, ocupa el cargo de prosecretario de Participación Ciudadana, por el cual cobra un salario mensual de 6.514.679,05 pesos.
La contradicción no pasa desapercibida: el dirigente que denuncia los privilegios de la política y exige el achicamiento del estado, es al mismo tiempo beneficiario directo de uno de los sueldos más altos del organigrama legislativo bonaerense. Su cargo le permite mantenerse en planta permanente, con todos los beneficios del sistema que supuestamente quiere destruir.
El derrotero político de De Urraza está marcado por el zigzagueo ideológico. Fue funcionario del massismo en sus años de esplendor provincial, trabajó como asesor legislativo de la diputada kirchnerista María del Huerto Ratto, y más tarde recaló en las filas libertarias, donde hoy se presenta como “orgánico” y paladín de la nueva política.
La incoherencia, sin embargo, no termina ahí. En 2024, fue protagonista de un escándalo durante un acto público de LLA, cuando fue increpado por militantes de su propio espacio, que lo acusaban de “oportunismo” y “acomodamiento”. En mayo de 2025, denunció un extraño hackeo de su celular personal, en medio de rumores de corrupción y manejos irregulares dentro de la estructura libertaria de la provincia.
Pese a las críticas internas, De Urraza consolidó su poder en la región capital. Fue uno de los impulsores del bloque de concejales libertarios en La Plata y se ha mostrado como uno de los articuladores del mileísmo en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), los colegios profesionales y sectores empresariales. Su discurso gira en torno a la “inseguridad”, el deterioro urbano y la necesidad de un “shock libertario” en la gestión pública.
No obstante, sus declaraciones públicas también revelan su verdadera ambición, tal y como lo manifestó en su Linkedin:su ambición es "llegar a altos cargos de gerenciamiento público". No es menor: el dirigente que se embandera contra la política tradicional, lleva casi una década cobrando sueldos estatales, y sueña con ocupar más espacios dentro del mismo aparato estatal.
El caso de Matías de Urraza refleja una doble moral cada vez más visible dentro de La Libertad Avanza: dirigentes que se amparan en el discurso antisistema, pero que viven cómodamente de él. Mientras Milei lanza motosierra en mano sus promesas de ajuste y privatización, muchos de sus cuadros más cercanos disfrutan de los beneficios del estado al que supuestamente combaten.
Con un sueldo millonario, cargos de privilegio y una historia plagada de saltos ideológicos, Matías de Urraza parece encarnar, más que a la nueva política, una versión reciclada de la vieja: la que predica austeridad mientras engorda sus bolsillos con dinero público. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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