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En medio de una fuerte interna y sin chances de liderar, la UCR bonaerense se encamina a integrar un frente de centro junto a Manes, Monzó y Stolbizer, alejándose tanto del kirchnerismo como de La Libertad Avanza.
En un escenario político marcado por la polarización entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza (LLA), la Unión Cívica Radical (UCR) de la provincia de Buenos Aires habría sorteado una etapa de definiciones cruciales.
Cabe señalar que, a pocos días del cierre del plazo para la presentación de alianzas electorales, que tendrá lugar el miércoles 9 de julio, el partido centenario continúa en plena ebullición interna, con tensiones que reflejan fuertes disputas de liderazgo y diferencias estratégicas sobre el rumbo a tomar de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre.
No obstante, una masa crítica de sectores habría concluído en arrancar para el lado de un frente de centro donde no será protagonista, ni socio mayoritario. La Unión Cívica Radical acompañaría, tal cual ocurrió en 2021, a un frente que liderarán entre otros, el diputado nacional Facundo Manes y su colega Emilio Monzó, cuyas expectativas se reparten entre las eleccciones legislativas provinciales y las nacionales de octubre.
Esto tiene una dosis de suspenso. Cabe recordar que la conducción compartida de la UCR bonaerense, encabezada por Miguel Fernández (presidente del comité provincia) y Pablo Domenichini (titular de la convención de contingencia), ha convocado a una reunión clave, posiblemente para mañana martes, donde se emitiría una conclusión plasmada en la definición de un rumbo electoral.
En buen romance, el partido anunciaría la construcción de una alianza de “centro popular” -como le gusta decir a Manes-, alejada de los extremos representados por el oficialismo kirchnerista y los libertarios de Javier Milei.
La propuesta busca articular un frente con fuerzas como el GEN, el socialismo y la Coalición Cívica, y captaría a sectores disidentes del Pro (muy vinculados al expresidente Mauricio Macri) y del peronismo más cercano al exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. De hecho, Este último fue quien se mostró junto a Manes en La Plata hace unos días y, de paso, reconoció que están dialogando con dirigentes del Pro.
El esquema conformaría a un amplio porcentaje del radicalismo que incluso atravesaría a las dos grandes alianzas internas que compitieron en los comicios partidarios de octubre último y que aún deben resolver sus rencillas por la vía judicial. De hecho la conducción compartida es un remedio preventivo hasta que se terminen de votar en mesas cuyos resultados fueron impugnados.
Al volver sobre la mayoría circunstancial que apoyaría esta propuesta figura la del sector oficalista de Adelante o Unidad, como fue llamado en las últimas internas y que tiene como máximos exponentes al senador nacional, Maximiliano Abad, el exintendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, y al exvicegobernador, Daniel Salvador.
Pero allí se sumaría una parte de Evolución que es liderada por Pablo Domenichini y que alienta con fuerza el actual concejal de Quilmes, Fernando Pérez quien ya blanqueó como firme la posibilidad de una alternativa intermedia entre el kirchnerismo y los libertarios.
Al empuje dado por este sector de evolución también se sumó el del exdiputado nacional, el platense Miguel Bazze, quien, además, tiene representación y voto en los cuerpos colegiados de conducción del partido y, en tal sentido, habría inclinado la balanza.
Asimismo, el diputado provincial y representante del sector de Abad, Diego Garciarena, habría manifestado la salida electoral mediante un frente de estas características. De hecho, la opción de un frente distinto a las dos vertientes que protagonizan la grieta fue, como un matiz general, la que obtuvo un apoyo de la mayoría de los comités de distrtito y que también contó, con el aval de la mayoría de los 27 jefes comunales.
Es importante resaltar que los intendentes tuvieron un rol muy protagónico en el debate interno, aún más que los bloques legislativos provinciales, dada su enorme inserción territorial. Según trascendió, los intendentes lamentaron que no se pueda concretar legalmente, alguna idea que circulaba entre ellos acerca de poder inscribir alguna boleta “colectora” o lista local bien identificada y que se anexe a la categoría provincial.
Esta opción les hubiera permitido armar un frente “a medida” y de acuerdo a las realidades de cada distrito y según las necesidades políticas de fortalecimiento del poder de los intendentes.
Parece que legalmente no sería aceptada una colectora y, por tal motivo, el frente amplio de Manes les caería como la alternativa más atractiva porque allí el espectro de partidos políticos es por demás amplio y podrían manejarse con límites más amplios.
En el entramado interno partidario habría quedado sin apoyo suficiente otras opciones que eludían la grieta, como la de un frente socialdemócrata o la concurrencia de la UCR con su exclusivo sello partidario o como “lista 3”.
Estas dos propuestas contarían con el apoyo del sector del casellismo, del storanismo y del intendente de Tandil, Miguel Lunghi, quien a último momento también se salió de su pretensión de máxima para también encarrilarse por un frente de centro, aunque con la condición de incorporar a un senador provincial de su confianza en cargos a salir en la quinta sección electoral. En tal sentido, Lunghi estaría compartiendo la lapicera del armado de la lista de la quinta y de varios distritos de esa sección junto con Abad.
La UCR no estaría en las mejores condiciones de negociación ni con Manes ni con su nuevo aliado Monzó, quien también baja con fuerza a este nuevo espacio. Manes renovaría su libreto y abriría espacios en privilegiados lugares de listas del conurbano a la lider del GEN, Margarita Stolbizer, como es la primera sección donde está su Morón natal.
Asimismo, Monzó tendría amplias facultades de armado y distribución de candidaturas en la cuarta sección electoral donde el mismo se postularía para senador provincial o le daría un guiño para renovar a su leal lugarteniente Marcelo Daletto.
Estos ejemplos son válidos para resaltar que la UCR tendría un papel de actor de reparto, con pocas probabilidades de influencia sobre Manes, Monzó y Stolbizer, quienes tendrán la mayoría del paquete accionario de esta propuesta.
Algo similar ocurrió en el 2021, con la diferencia que era el partido de Alem e Yrigoyen el que comandó la propuesta y articuló con Manes, pero ahora se han invertido los roles del casting para esta nueva película electoral. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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