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La situación lleva meses sin avances. “Nos quieren pagar el 78% de un dólar que hoy supera los $1.200, cuando el año pasado lo liquidaban a $900. Es una trampa disfrazada de propuesta”, denunció el dirigente sindical.
En medio de una parálisis total de la temporada de pesca del langostino en Chubut, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Puerto Madryn presentó un petitorio formal al gobernador Ignacio Torres, exigiendo su intervención directa ante el conflicto que lleva más de cuatro meses sin solución. Con más de 850 marineros en pie de lucha y un clima social cada vez más tenso, el gremio advirtió que la situación ha dejado a miles de familias sin sustento.
“Estamos firmes: no vamos a aceptar convenios a la baja ni recortes salariales”, declaró el prosecretario gremial del SOMU, Gilberto Albornoz, luego de una multitudinaria asamblea en el puerto. El principal rechazo está dirigido a la propuesta de las cámaras empresarias, que buscan imponer una reducción del 30% en los salarios respecto a la zafra anterior.
En el documento entregado a Torres, el sindicato denuncia un “lockout patronal” que mantiene paralizada la flota y amenaza con quebrar “la paz social” en toda la región. “Ya no se trata sólo de una disputa laboral. Es una crisis social profunda”, sostuvo Albornoz, al alertar sobre la desesperante situación de más de mil trabajadores directamente afectados y otras 15.000 personas que dependen indirectamente de la actividad.
El gremio exige al gobierno provincial que actúe como intermediario ante Nación, y reclame la convocatoria urgente a una mesa de negociación con todos los actores del sector. Además, pide el cumplimiento efectivo de normativas clave como la Ley Federal de Pesca, la Ley de Contrato de Trabajo, la Ley de Asociaciones Sindicales, la Ley de Abastecimiento y el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.
Entre los reclamos, también figura la falta de pago del salario garantizado, liquidaciones arbitrarias, y descuentos por paros que el sindicato califica de ilegales. “El jueves tenemos audiencia con el Ministerio de Trabajo. Las empresas deberán explicar por qué están pagando sueldos miserables”, anticipó Albornoz.
Desde el sector empresario, el presidente de Conarpesa, Fernando Álvarez Castellano, admitió que en algunos casos solo se liquidaron seis días de trabajo, argumentando que los marineros están en huelga. Sin embargo, fue más allá al proponer negociaciones individuales con cada trabajador, una idea que desde el sindicato repudiaron como “una actitud esclavista”.
La situación lleva meses sin avances. “Nos quieren pagar el 78% de un dólar que hoy supera los $1.200, cuando el año pasado lo liquidaban a $900. Es una trampa disfrazada de propuesta”, denunció el dirigente sindical.
Mientras el municipio de Puerto Madryn entrega bolsones de alimentos para contener la emergencia, el conflicto pone al gobernador Torres en una encrucijada política: presionado por los empresarios por un lado, y por la creciente tensión social del otro. “La gente quiere trabajar, pero no a cualquier precio. No vamos a ceder”, concluyó Albornoz. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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