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A pesar de la falta de autoridades legítimas, los docentes han realizado paros, asambleas y movilizaciones en reclamo por mejoras salariales y condiciones laborales.
La acefalía que atraviesa la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP) ya lleva más de siete meses sin resolución, y la situación comienza a generar una creciente indignación entre sus afiliados. Desde la Agrupación “Maestros que enseñan, resisten y sueñan”, integrada por docentes de toda la provincia, exigen que el Ministerio de Trabajo de la Nación habilite de forma urgente los mecanismos necesarios para normalizar el sindicato, que permanece sin conducción tras la anulación del proceso electoral de diciembre pasado.
A pesar de la falta de autoridades legítimas, los docentes han realizado paros, asambleas y movilizaciones en reclamo por mejoras salariales y condiciones laborales. Sin embargo, la ausencia de representación gremial en las mesas paritarias ha dejado a los educadores en una situación de extrema vulnerabilidad frente a las políticas del gobierno jujeño. “La situación no da para más”, afirman.
En diálogo con Radio 2, el docente y referente sindical Gabriel Jauregui explicó el estado crítico en el que se encuentra la organización: “La Junta Electoral reconoció las irregularidades del proceso electoral y decretó su nulidad. Nunca antes la ADEP había pasado por una acefalía semejante. Es una situación triste para una institución clave de la vida democrática y sindical de la provincia”.
Para Jauregui, la crisis del sindicato es también reflejo del abandono que sufre el sistema educativo provincial. “El gobierno dejó de invertir en educación real. Se invierte solo para maquillar, pero no para transformar. La educación se está convirtiendo en un privilegio para quien puede pagarla”, denunció.
Además, el dirigente remarcó que la falta de conducción gremial también impacta negativamente en el conjunto del movimiento obrero: “El salario del docente marca una tendencia para muchos otros gremios. Por eso nos dicen en la calle que tenemos que volver a organizarnos. Pero sin una conducción, no hay estrategia de lucha colectiva posible”.
Por ahora, la expectativa de los docentes está puesta en una resolución del Ministerio de Trabajo, que deberá decidir si habilita una nueva convocatoria a elecciones para superar esta acefalía que impide la reconstrucción de una conducción legítima. “No luchamos solo por sueldos, luchamos por una educación que sea verdaderamente un sistema de promoción social, accesible e igualitario para todos”, concluyó Jauregui. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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