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Marcelo Daniel Puella, presidente del Frente Nacional Peronista, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la crisis social y económica, la autocrítica peronista y el clima de tensión institucional que atraviesa la Argentina.
El dirigente recordó que "arrancamos con el Frente Nacional Peronista en el año 2007, varias agrupaciones que estábamos cada una en forma independiente y decidimos broquelarnos para trabajar unidos y constantes". Según afirmó, hoy observa un escenario social comparable al de entonces: "El ciudadano argentino está en las mismas condiciones que aquel 2007 cuando armamos el frente".
Puella cuestionó con dureza la política económica del gobierno de Javier Milei: "Vemos un 1,6 de inflación que es mentiroso. Vamos al supermercado, a la carnicería, a la farmacia y ese 1,6 no es real", sostuvo, y agregó que "el salario quedó muy relegado, hace un año y medio largo que no hay una paritaria real".
En este sentido, lamentó que "la economía familiar se va haciendo pelota" y relató cómo miles de argentinos deben recortar gastos básicos: "Estamos hablando de que a nuestros abuelos les autorizaron un aumento que replica lo que significan dos tiritas de aspirineta prevent y eso lo quiere vetar el presidente".
Consultado sobre la situación política, señaló: "Hoy me preocupa la estabilidad democrática porque no nos olvidemos que detrás de Victoria Villarruel no hay chicos de jardín de infantes. No está el partido militar, están los exrepresores enojados porque no les cumplió lo que les prometió".
Respecto de la responsabilidad del peronismo en este presente, admitió: "Negar nuestra responsabilidad es no entender la política. Nosotros los peronistas somos responsables de que este hombre haya llegado. Hicimos muy mal las cosas en nuestro último gobierno". También apuntó contra la dirigencia sindical: "Tenemos una CGT que se ha convertido en una escribanía. Ve cómo quedan 5 mil laburantes en la calle y se queda mirando la televisión".
Para Puella, la desmovilización social se profundizó por los errores de las conducciones: "Hemos cometido el grave error de hacer marchas a las 11.00 de la mañana o a las 3.00 de la tarde. El ciudadano normal trabaja y no puede perder su día de laburo porque le descuentan el sueldo".
En ese sentido, anticipó que "cuando la movilización sea espontánea, después de las seis de la tarde, podemos tener un 2001, porque la gente está muy mal".
Finalmente, convocó a una reflexión electoral: "Hay que pedirle al ciudadano que no vote con el odio, que no vote con el rencor, que vote con la cabeza y con el bolsillo. Cuando el laburante está bien del bolsillo, es porque tiene un gobierno peronista". (www.REALPOLITIK.com.ar)
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