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Mientras arrecian los rumores sobre la renuncia de Alberto Sileoni, el organismo de control bonaerense reveló un sinfín de desmanejos contables, contrataciones defectuosas y pagos sin respaldo. La educación pública, rehén de las irregularidades de la administración de Axel Kicillof.
La educación pública de la provincia de Buenos Aires atraviesa un momento terminal. Años de improvisación, desinversión y corrupción encubierta han derivado en un sistema educativo colapsado, donde los alumnos pierden clases por aulas que no existen, docentes sin insumos y escuelas al borde del derrumbe. Como si esto fuera poco, ahora se suma el escándalo que destapó el Honorable Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires con el fallo correspondiente a la rendición del ejercicio 2023.
Bajo la conducción de Alberto Sileoni, quien fuera ministro de Educación de la Nación y que ahora ocupa el mismo cargo en la provincia, la dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) ejecutó un presupuesto de más de 2,5 billones de pesos, con un saldo de deuda al cierre del año de 276.183 millones. Pero el desorden no es sólo contable: es estructural, deliberado y grave.
Entre las observaciones más graves del Tribunal se encuentran:
- Pagos millonarios fuera de los plazos legales. La auditoría detectó que se tramitaron pagos en concepto de alquiler de aulas modulares sin notificar a la Contaduría General, como lo exige la normativa. Los responsables fueron Diego Turkenich (subsecretario de Administración) y Santiago Restivo (director General de Administración), quienes no pudieron justificar debidamente estas omisiones.
- Licitaciones amañadas. La licitación pública 1/2023, para la adquisición de aulas/talleres móviles, fue adjudicada ignorando la vigencia del mantenimiento de ofertas, en contravención directa al artículo 17 del decreto 59/19. Las firmas involucradas fueron Briefing360 SA y Metalúrgica Bonano SA, pero la operatoria quedó plagada de vicios administrativos.
- Movimientos bancarios sin conciliación. Las cuentas fiscales 190/4, 1581/5 y 51278/1 presentaban diferencias millonarias entre los saldos contables y las certificaciones bancarias. En el caso de la cuenta 1581/5, se halló una diferencia de más de 9 millones de pesos, atribuida a errores no corregidos desde ejercicios anteriores.
- Bienes de uso sin registrar. Al 31 de diciembre de 2023, se encontró una diferencia de 76.836.540,64 entre los bienes informados en el estado patrimonial y el anexo de movimiento de bienes. Esto implica que hubo compras que no fueron registradas como corresponde, lo que abre la puerta a potenciales maniobras de ocultamiento o malversación.
- Inconsistencias presupuestarias. El organismo auditado presentó ampliaciones de crédito por 295.645 millones pero no tramitó en tiempo y forma las adecuaciones presupuestarias, generando un déficit formal que vulnera las leyes financieras provinciales.
El informe no solo desnuda la gestión de Sileoni, sino que también pone en jaque al conjunto del gabinete educativo provincial.
En ese marco, el Honorable Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires decidió sancionar a nueve altos funcionarios de la cartera educativa por irregularidades en la rendición de cuentas del ejercicio 2023. Cuatro de ellos recibieron multas económicas que suman un total de 6.100.000 pesos: Turkenich fue multado con 1.900.000; Restivo con 1.700.000; Nora Estefanía Caivano (Contabilidad) con 1.400.000; y Romina Adriana Etcheverry (Contrataciones, Convenios y Administración de Inmuebles) con 1.100.000.
Otros cinco funcionarios fueron amonestados sin sanción económica: Ariel Alejandro Lambezat (Subsecretario de Infraestructura Escolar), Ana Clara Raffaele (Presupuesto), Aldana Trejo (Finanzas), Alberto Alejandro Perrone (Consejos Escolares y Coordinación Institucional) y Maximiliano Martín Pérez Müller (Administración de Consejos Escolares). Además, varios de los involucrados continúan bajo observación, ya que el Tribunal aún no se ha pronunciado definitivamente sobre algunos puntos clave de la rendición.
La gravedad del fallo no deja dudas: se trata de un esquema sistémico de desidia, negligencia y opacidad.
En paralelo, fuentes del gobierno provincial deslizan que Alberto Sileoni estaría evaluando su renuncia, agobiado por la ineficiencia de su equipo y las presiones internas. "Está cansado, no puede seguir cubriendo tantos incendios", afirmó un funcionario con despacho en La Plata. Si se confirma su salida, el gobernador Axel Kicillof deberá elegir entre profundizar una gestión fallida o iniciar una renovación real de la política educativa, una decisión que, a esta altura de su gestión y a la luz de sus alianzas políticas, resulta más que obvia.
Mientras tanto, miles de estudiantes siguen esperando aulas dignas, docentes capacitados y condiciones mínimas para aprender. Y los bonaerenses, una explicación. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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