
Interior
La medida fue impulsada por gremios como APUAP, ATSA, ATE y la CGT, y tuvo fuerte repercusión no solo en la capital jujeña sino también en hospitales del interior, como el Gallardo de Palpalá.
Una nueva jornada de protesta volvió a encender las alarmas sobre la crisis en el sistema sanitario de Jujuy. Este jueves, profesionales y trabajadores de la salud realizaron un “ruidazo” en hospitales y centros sanitarios de toda la provincia, en el marco de un paro nacional en defensa de la salud pública, exigiendo reapertura de paritarias, mejoras salariales urgentes y el fin de la precarización laboral.
La medida fue impulsada por gremios como APUAP, ATSA, ATE y la CGT, y tuvo fuerte repercusión no solo en la capital jujeña sino también en hospitales del interior, como el Gallardo de Palpalá.
“Estamos unidos y luchando en defensa de la salud pública. Hoy nuestros salarios no alcanzan para llegar a fin de mes y las familias están ahogadas por las cuentas”, denunció con firmeza Viviana López, secretaria general de ATSA. También reclamó la pase a planta permanente de los contratados y la urgente convocatoria a concursos transparentes que permitan reforzar la dotación del sistema sanitario.
El malestar no se limita a las condiciones locales. Nicolás Fernández, secretario general de APUAP, vinculó la crisis de Jujuy con las medidas de ajuste nacional aplicadas por el gobierno de Javier Milei.
“Rechazamos el vaciamiento del sistema de salud. Empezaron degradando el Ministerio, siguieron con despidos, cierres de programas y ataques al Hospital Garrahan y al Instituto del Cáncer”, denunció.
Fernández también cuestionó la falta de respuestas concretas por parte del Ejecutivo provincial:
“No hemos recibido una sola notificación formal de paritarias. Hay marketing, pero no hay realidad. Plata hay, lo que falta es decisión política”, remarcó.
En el Hospital de Palpalá, las trabajadoras Carmen Urueña e Irma Maraz sumaron sus voces al reclamo y exigieron, además, la implementación de boletos gratuitos para todo el personal sanitario. El paro se cumplió bajo la modalidad de “brazos caídos”, sin afectar las guardias ni la atención de urgencias.
Mientras tanto, el éxodo de profesionales se profundiza en silencio y los hospitales públicos, cada vez más vacíos de recursos humanos, quedan al borde del colapso. El reclamo ya no es por mejoras: es por sobrevivir dentro del sistema. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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