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La sexóloga Jacqueline Orellana Rosenberg dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre el impacto de la virtualidad en los vínculos afectivos, las nuevas formas de infidelidad y la importancia del “contrato de pareja” para preservar el respeto y la confianza.
En un contexto en el que las redes sociales ocupan un rol central en la vida cotidiana, Jacqueline Orellana Rosenberg explicó: “Lo llaman micro engaños. Una cosa es cuando con tu pareja vas por la calle y se da vuelta a mirar a alguien, y otra muy distinta son los mensajes privados con contenido erótico o afectivo”. Según su análisis, estos gestos virtuales muchas veces equivalen a actos concretos en el mundo real.
Desde su formación psicoanalítica, la especialista aseguró que “lo que pasa en la virtualidad no es para nada distinto a lo real, porque allí también se juega el deseo, la falta, la necesidad de ser mirado y de ser deseado”. Y destacó que este tipo de situaciones pueden ser oportunidades para reformular la pareja: “Cuando uno se descubre entusiasmado con otra persona, eso es una alarma. Hay que sentarse y preguntarse qué está pasando”.
En relación a los límites, Orellana Rosenberg sostuvo que cada pareja debe establecer sus propias reglas: “No hay una respuesta universal. Lo que para una pareja puede ser un juego inofensivo, para otra puede ser una tragedia”. Y añadió: “Las redes no son las culpables. Ponen en evidencia los problemas que ya venimos arrastrando. Son el nuevo escenario de un narcisismo moderno”.
Sobre las diferencias entre géneros en torno a la infidelidad, la sexóloga observó: “Siempre se dice que el hombre es más infiel, y hoy en día eso es una gran mentira. Hay una gran diferencia en cómo se manifiestan: el hombre en algún momento se delata, la mujer a veces lo oculta mejor”.
Asimismo, hizo hincapié en los llamados "contratos de pareja", que deben revisarse y actualizarse con el paso del tiempo: “Si un día te diste vuelta a mirar a alguien, te puedo pedir que no lo hagas delante mío. Lo mismo con un like a una persona que seguimos los dos. Eso me puede generar inseguridad”.
En cuanto a las nuevas formas de celos y control, fue categórica: “El que es celoso y posesivo en la vida real, lo es también en lo virtual. Las redes vienen a facilitarnos lo que no tenemos resuelto”. También advirtió sobre el comportamiento de “stalkear”: “Es más tóxico que un like. Es querer saber más de lo que el otro nos cuenta, investigar constantemente”.
Sin embargo, aclaró que no todo comportamiento posesivo implica una relación fallida: “Los celos y la posesividad se pueden trabajar. No necesariamente hay que salir corriendo porque aparece una ‘red flag’. Hay personas que están inseguras y pueden mejorar”.
Finalmente, Orellana Rosenberg reflexionó sobre el valor del diálogo en las crisis de pareja: “Hablar de nosotros mismos es hablar con sinceridad. El perdón no tiene que ver con el olvido, sino con aceptar la responsabilidad de ambos”. Y concluyó: “Sí, se puede trabajar. Se puede aceptar. Lo importante es que ambos estén dispuestos a hacerse responsables”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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