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30 de julio de 2025 | Interior

Se volvió clave entre ellos

Zangi: La app secreta de origen armenio que utilizan los narcos en Santa Fe

Lejos de WhatsApp o Telegram, una aplicación poco conocida llamada Zangi se convirtió en la herramienta favorita del crimen organizado en Rosario.

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Lejos de WhatsApp o Telegram, una aplicación poco conocida llamada Zangi se convirtió en la herramienta favorita del crimen organizado en Rosario. De origen armenio y con base en Silicon Valley, Zangi ofrece un nivel de cifrado militar que impide el acceso a los mensajes, llamadas o archivos, y se volvió el canal predilecto para bandas como "Los Menores", aliada del Tren de Aragua.

Zangi no almacena datos. No necesita número de teléfono y asigna un código aleatorio de 12 dígitos para cada usuario, lo que la vuelve prácticamente indetectable. “La app no tiene comunicación con sus servidores. No hay forma de intervenirla”, explican especialistas. Esa cualidad la transformó en una especie de fantasma digital ideal para el delito.

En Argentina, la app fue detectada en la organización liderada por Matías Gazzani, hoy prófugo y uno de los nombres más fuertes del narco rosarino. Junto a él, opera Lisandro “Limón” Contreras, su mano derecha, detenido en diciembre pasado en el exclusivo barrio privado San Sebastián, entre Pilar y Escobar. Allí había pagado 25 mil dólares en efectivo por una vivienda, intentando ocultarse mientras dirigía operaciones desde la clandestinidad.

Durante el allanamiento, se incautaron teléfonos en los que se confirmó el uso exclusivo de Zangi. A partir de esa pista, los fiscales Luis Schiappa Pietra y Georgina Pairola, que investigan el crimen del histórico barrabrava Andrés "Pillín" Bracamonte, comenzaron a trazar los vínculos entre la banda de Gazzani, la facción escindida de Los Monos, y otros actores del narcotráfico.

Los fiscales también acusaron a Alejandro Vázquez y Alejandro “Cani” Zamudio, detenidos por el asesinato de Bracamonte, de utilizar Zangi como canal de comunicación interno. “No usaban WhatsApp ni llamadas telefónicas. Se comunicaban solo por Zangi”, remarcó Pairola en la imputación formal realizada el 27 de marzo de 2025.

La app también fue detectada en teléfonos incautados durante una serie de allanamientos en la provincia de Buenos Aires, donde se buscaba a Gazzani. “Todos los dispositivos del entorno usaban Zangi”, precisó un informe fiscal.

El uso de la plataforma no se limita a Argentina. En Latinoamérica, Zangi fue adoptada por el Tren de Aragua, organización criminal nacida en cárceles de Venezuela, que expandió su operación a Colombia, Chile, Perú y Bolivia. En Ecuador, la app fue detectada en las causas “Metástasis” y “Purga”, donde se investigan redes de narcotráfico infiltradas en la justicia y la política.

Incluso la cadena CNN informó que Zangi fue usada por Irán para reclutar adolescentes en Suecia y enviarlos como sicarios contra objetivos israelíes. Y en Colombia, permitió al capo narco Carlos Rodríguez Agudelo, alias Zeus, mantenerse oculto durante meses tras su fuga de una comisaría en Cúcuta.

Zangi funciona como una red cerrada que reemplaza el número de teléfono por un código que comienza con 871 y no se enlaza a ningún dato real. Si el usuario elimina los contenidos, estos son irrecuperables, y la app no deja rastros. Hoy, fiscales y fuerzas de seguridad enfrentan el desafío de investigar organizaciones que ya no dependen de antenas, llamadas ni mensajes detectables. Solo códigos, silencio y una conexión invisible. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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