Jueves 21.08.2025 | Whatsapp: (221) 5710138
21 de agosto de 2025 | Municipales

Elecciones bonaerenses

Villa Gesell opondrá a dos viejos aliados que la rosca y el poder terminaron enemistando

Jorge Rodríguez Erneta había apadrinado a Gustavo Barrera hasta que renunció a la intendencia y su ahijado político, encargado de reemplazarlo, lo sepultó. Ahora representarán a dos listas de concejales municipales que se enfrentarán en las elecciones desdobladas de septiembre.

facebook sharing button Compartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing button Compartir
telegram sharing button Compartir
print sharing button Impresión
gmail sharing button Correo electrónico

Desde hace poco más de once años que Gustavo Barrera domina los designios de Villa Gesell a través de una intendencia que le permitió expandir su poder más allá de la ciudad, ya que es actualmente uno de los principales aliados municipales de Axel Kicillof y parte del grupo de alcaldes que le viene dorando la píldora al gobernador bonaerense para que rompa con el círculo de Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner, La Cámpora y el Instituto PATRIA y se mande solo. 

Como ya no podrá ser reelecto (está cumpliendo su tercer mandato en el distrito atlántico), Barrera rosquea a toda costa para dar un salto que le garantice supervivencia más allá de diciembre de 2027, mes en el que deberá entregar el sillón municipal a su sucesor. Incluso se sabe que insistió para que la lapicera de Kicillof lo inscribiera a la cabeza de la lista de Fuerza Patria para senadores por la quinta sección electoral de este mismo turno, aunque ese beneficio terminó recayendo en la marplatense Fernanda Raverta.

Pero antes de que Gustavo Barrera haya consolidado su poder local en base a una ambición personal que lo lleva a abrazar o a descartar aliados y funcionarios sin demasiado criterio ni piedad, el actual intendente llevaba su vida completamente fuera de la política: ejercía como abogado y tenía un excelente pasar económico gracias a las múltiples unidades de negocios de su familia, entre las que se destacaban un mercado mayorista, un hotel cuatro estrellas y la renta de innumerables propiedades, fundamentalmente locales comerciales en el tramo céntrico de la neurálgica Avenida 3. La envidia de cualquier burgués.

El que convenció a Barrera de abandonar las comodidades de los tribunales y las propiedades para saltar a la palestra política fue Jorge Rodríguez Erneta, el anterior intendente geselino. Al igual que Barrera, el Oso (como apodan a Erneta) también es profesional universitario, en su caso médico cirujano. Pero, a diferencia de aquel, Rodríguez Erneta siempre poseyó un voraz instinto político: su caso es el del típico bicho de rosca con extremada habilidad para tejer y destejer vínculos en beneficio únicamente de su propio crecimiento. 

Como en la política no hay principios sino, en todo caso, intereses, Erneta llegó a Gesell en 1991 desde el partido de San Martín para encargarse de la dirección del único hospital público a pedido de Roberto Taboada, el primer intendente peronista de una localidad balnearia otrora radical, aunque sus ambiciones personales quedaron manifiestas y por ello fue instado a renunciar hacia 1995. Aunque ya era tarde: el Oso tenía preparada su estructura para salir a jugar por su cuenta, por lo que comenzó su propia batalla y en 1997 le ganó a Taboada la conducción del PJ local. Fue el comienzo de una carrera trepidante.

En un lapso de diez años Erneta logró ser electo concejal muncipal dos veces y luego senador provincial, hasta que en 2007 se le dio lo que venía buscando sin éxito desde 1995: la intendencia. Cuatro años después alcanza la reelección con una lista que ofrecía toda una novedad: el candidato a primer legislador local era Gustavo Barrera, integrante de una familia conocida en el pueblo por sus múltiples unidades de negocios y que jamás se había interesado por la política. Como no existe allí la figura de viceintendente, el reemplazo del alcalde es quien encabezó la lista de concejales que lo acompañó en la elección triunfante.

Aunque tenía buena relación con el entonces gobernador Daniel Scioli y envidiables líneas de fondos y subsidios del gobierno nacional de Cristina Kirchner, el segundo mandato de Erneta fue turbulento. En simultáneo, su vínculo con Florencio Randazzo iba en aumento. Así, el ministerio del Interior se llevó para la subsecretaría de Transporte en 2014, cuando Cristina alentaba al chivilcoyano a una interna presidencial con Scioli que, como ya sabemos, nunca sucedió. En Gesell muchos leyeron esta maniobra como un "rescate" para el Oso cuando su situación se estaba volviendo comprometedora.

Pero, acaso como una acción del karma, Erneta padeció de Barrera lo mismo que él le había hecho a Taboada casi veinte años atrás: su criatura política le mordió la mano ni bien lo sustituyó en el sillón municipal con dos conductas inesperadas. Una fue barrer del gabinete y de cargos sensibles a todas las personas del riñón ernetista. La otra, en cambio, más despiadada: desconocerlo como mentor y presentarse ante los geselinos como la persona que venía a resolver los problemas que el antecesor había dejado.

Mientras la ascendencia de Rodríguez Erneta se iba apagando, la de Barrera crecía. Y los antiguos funcionarios del médico cirujano que sobrevivían a la guadaña del abogado penalista celebraban la nueva era. Un parricidio político de sangre fría y estómago destemplado, repitiendo un ciclo que parecía instalarse como costumbre en el peronismo de Gesell. El escarnio al que fue sometido el Oso llegó al punto de que incluso se mudó a una localidad del vecino partido de Pinamar.

La política, se sabe, es circular. Nunca nada es definitivo ni concluyente. Y estas elecciones reeditarán una pugna que nunca se había librado en las intimidades del cuarto oscuro geselino. Rodríguez Erneta encabezará ahora la lista de concejales de Unión y Libertad, partido liderado por Carlos Kikuchi, actual senador provincial y exarmador electoral de Javier Milei, mientras que Barrera será el jefe político de la nómina de Fuerza Patria, que intentará renovar el músculo del oficialismo geselino en el deliberativo local. La fecha de este nuevo round será el domingo 7 de septiembre. (www.REALPOLITIK.com.ar)


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!