
CABA
El caso de Cristian Migliaro llegó hasta el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kleplak, quien respondió a la solicitud indiferentemente. "Pensé que nos iba a ayudar", dijo la hija del paciente.
El domingo 10 de agosto, Cristian Migliaro, de 56 años, sufrió un accidente al caer de gran altura. Estando en la Costa Atlántica, rápidamente fue trasladado al hospital municipal Santa Teresita, pero allí lo derivaron a la Clínica de la Comunidad de Ensenada. A partir de ahí comenzó una odisea de desatención que tiene al paciente luchando por su vida, según denunció Cintia, su hija.
En esta clínica ni siquiera fue visto por un traumatólogo en cinco días porque, según argumentan los profesionales de la salud, "no cuentan con los medios para dicha atención". "Está en total grado de abandono... facturan con la vida de mi padre", denunció Cintia que expuso el caso con gran pesar.
Ante esta exasperante situación, donde claramente Cristian necesitaba tener un diagnostico, saber si había órganos comprometidos, fisuras o huesos rotos, su familia solicitó una derivación el día miércoles. Nuevamente ignorados, Cintia recurrió al ministro de Salud, Nicolás Kreplak, vía Instagram, donde le explicó la dramática situación: "Tengo internado a mi papá y necesitamos que se haga el traslado urgente a un hospital especializado en traumatología. Ahora está en la Clínica de la Comunidad de Ensenada, pero no podemos seguir esperando y desde IOMA nos dicen que ya no hay lugar".
"Por favor, pido ayuda, que lo atiendan como él merece. IOMA se tiene que hacer cargo de él y responder de manera urgente, ser tratado por profesionales especializados en columna", agregó.
La respuesta del ministro fue fría y, seguramente, automática: "Hola. Mandame por mail", adjuntando su casilla de correo. "Se contactó un tal Marcelo del área de IOMA, preguntando por el caso, pero hasta el momento no hicieron nada", relató Cintia a este medio. Recién este martes, es decir, casi dos semanas después, le realizaron una resonancia a Cristian y este miércoles la clínica advirtió que su caso es de urgencia y necesita una operación medular/lumbar.
"El Instituto de Obra Médico Asistencial no nos da respuesta y mi padre sigue empeorando, ayer lo tuvieron que entubar porque se le dificulta respirar", explicó su hija desconcertada que también apuntó contra Kleplak: "Le mandé un mensaje por privado pensando que nos iban a ayudar".
Ahora, con un diagnostico que llegó tarde, Cintia exige que se actúe con la inmediatez que se necesita para tratar a su padre, pero el director de la clínica, Juan Manuel De Rosa, le advirtió que no tienen "los medios para atenderlo, pero que tampoco pueden dejarlo ir". "Estamos cansados de la burocracia que existe, mi papá pagó treinta años a IOMA y acaba de jubilarse, y lo abandonan", sostuvo Cintia.
Cabe remarcar que, De Rosa es un polémico médico que está bajo la lupa de la justicia por presunto fraude millonario. El egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e íntimo amigo de la fallecida Hebe de Bonafini, fue acusado de maniobras millonarias y altamente fraudulentas con los afiliados del PAMI en clínicas de Ensenada y Berisso.
El perjuicio al estado, según denunció el titular del PAMI, Rodrigo Vallejos, habría sido por más de 325 millones de pesos a través de ordenes médicas falsas. Aunque desde octubre del año pasado la causa no avanzó casi nada, las acusaciones contra De Rosa y la precaria atención que brindan las clínicas que dirige exponen un claro problema de administración de fondos que afecta, de lleno, a pacientes como Cristian.
"Treinta años trabajó para el organismo de la niñez, arriesgando su vida tantas veces. Trabajó en institutos de menores como el de Almafuerte, que también es de máxima seguridad, y nunca faltó al trabajo. Dio todo por el trabajo, y hoy lo abandonan como a un perro", cerró Cintia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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