Las Fuerzas Armadas en su peor momento desde la vuelta a la democracia

Más de cuarenta años de democracia en Argentina y el destrato y hasta maltrato que sintieran las Fuerzas Armadas por parte del estado y quienes ocuparon el gobierno, los hizo votar masivamente a quien hoy los sume en la miseria y paradójicamente, viola sistemáticamente sus propios derechos humanos. Si hasta mayoritariamente las viudas del ARA San Juan tuvieron la misma candidez a la hora de votar.

No votaron a Javier Milei por Milei, sino a Victoria Villarruel, en un ensueño de revancha, compraron el revoleo del discurso setentero de ella, le creyeron que venia a devolverles la dignidad perdida.

El germen antiperonista sembrado hace más de ochenta años en el sector, aunque se beneficiaron en los gobiernos de este signo, puede más y se transmite de generación en generación desde la Revolución Libertadora hasta hoy. Con estos brotes esporádicos de candidez cívica. No cuestionable porque si algo se debe respetar es el pensamiento del otro, sabían que votar a Milei por Villarruel, tenía sus riesgos.

Luis Petri pasará a la historia como el ministro que sepulto en el barro definitivamente a las Fuerzas Armadas. Confundiendo cultura de la defensa con marketing, irrespetando los símbolos patrios, entre una sesión de fotos y otra, visita regimientos y se disfraza de militar de las distintas fuerzas, anuncia la “tarjeta del soldado” para tener descuentos en marcas y comidas. Reconociendo así la grave situación que atraviesa el personal.

Esta brillante idea nació en una reunión con la ministra Sandra Petovello en su despacho, con ella con los pies en el escritorio y un cigarrillo. Detalle de color que vieron muchos empleados del ministerio.

Milei no representa la patria que los militares aman y han jurado defender hasta perder la vida.

Están siendo hoy abusados institucionalmente, porque quienes están en actividad no pueden quejarse, y quienes están en condición de retirados, siguen siendo militares y punibles de sanciones. Los civiles y docentes también han sido abandonados por los gremios que los representan.

Un exmiembro de la Prefectura Naval Argentina fue expulsado de la fuerza por contar la tragedia familiar que le representa afrontar una enfermedad sin cobertura médica. Lo que es peor, estando enfermo con certificados médicos lo expulsan por abandono de servicio, después de contar su situación con el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA).

Las disputas en el Ejecutivo aislaron a Villarruel en el Senado de la Nación Argentina; el presidente la llama públicamente "La traidora" y los militares quedaron sin representación.  

Pero no les quedo ni la obra social, no solo a los uniformados, sino docentes civiles y sus familias.

En “la familia militar” hay discapacitados, enfermos oncológicos y crónicos de distinta gravedad, a los que Petri y el IOSFA han desamparado sin ningún pudor. Incluso aquellos que necesitan prestaciones básicas no pueden acceder a ellas en gran parte del país. En el interior ni siquiera se entrega la leche del plan materno que debe cubrir al recién nacido hasta el año.

Hay civiles cuyo sueldo no supera los 350 mil pesos en mano, sin obra social, es imposible hacer frente a una enfermedad, aunque sea esta de menor importancia.

El caso de un vicecomodoro de la Fuerza Aérea Argentina, doblemente trasplantado y que de pronto le cortaron todas las prestaciones, es uno más de muchos. Hoy debe seguir con su tratamiento en el Hospital Oftalmológico Santa Lucia, la IOSFA viola varias leyes a la vez en este caso, la que protege al trasplantado, la de discapacidad. Y por, sobre todo, están violando su derecho humano a la salud.

Hay diabéticos, para los que se compraron insumos al laboratorio Suizo Argentina, y los pacientes no los reciben, siendo vitales para el control de su enfermedad. Un beneficiario de IOSFA, aporta el seis por ciento de su haber, o sea el doble que cualquier empleado común.

Muchas preguntas y ninguna respuesta, Petri postea en X desde una realidad desconectada con la problemática del personal, al igual que los tres jefes de Estado Mayor, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, que no postean, pero son la casta de privilegio, a quienes no les interesa nada de su gente. Esa es la Patria del gobierno de Milei.

Con más de 700 mil afiliados que aportan, nos preguntamos: ¿Qué déficit tenía el IOSFA al asumir Petri?, ¿por qué nombró civiles sin experiencia?, ¿por qué se despiden otros empleados si el rubro sueldos no incide en el déficit atroz de hoy?, ¿dónde está el dinero de los afiliados?, ¿se hicieron gastos que no se corresponden con el objetivo del IOSFA? Todas preguntas sin respuesta.

El derecho a la salud es un derecho humano consagrado, hoy está siendo violado por el ministro Luis Petri.

No vinieron a terminar con el curro de los derechos humanos, vinieron a terminar con el respeto a esos derechos. Que no son ni de izquierda ni de derecha, son de la humanidad e incluyen los militares, civiles y a sus familias.

La desconexión de la conducción militar con su gente es total, como la del presidente con sus ciudadanos, que para quien conoce la historia, se parece cada vez más a Carlos II, el hechizado. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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