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La muerte de Germán Ejarque deja al descubierto las contradicciones de un dirigente que, entre la militancia peronista y la gestión de Javier Milei, osciló desde la defensa de derechos hacia el silencio frente a los abusos de poder en la política de discapacidad.
Hace algunas horas se confirmó la muerte de Germán Ejarque, director del Observatorio Nacional de Discapacidad en el ámbito de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Su gestión arrancó con Alberto Fernández y se extendió hasta el presente gobierno de Javier Milei. Hombre del peronismo mendocino, fue fundador de “Rengos K” y tuvo un largo recorrido militante, además de presidir la fundación Naranjito, un espacio para la inclusión de personas con discapacidad.
Más allá de su trayectoria, la figura de Ejarque exhibe las contradicciones propias de la política argentina: funcionario de Milei, pero crítico del liberalismo; hombre de confianza del peronismo, aunque partícipe de una gestión hoy cuestionada por los recortes, los viajes oficiales y el doble discurso en materia de discapacidad.
En múltiples intervenciones públicas, Ejarque defendió la necesidad de derribar los prejuicios hacia las personas con discapacidad y cuestionó duramente al macrismo y a Patricia Bullrich por la quita de pensiones durante su gestión. Incluso advirtió que un eventual gobierno de Milei implicaría revisar las pensiones y dejar a miles de personas sin cobertura. Sin embargo, terminó permaneciendo en su cargo bajo la actual administración libertaria.
Ese contraste marcó su perfil: por un lado, discursos encendidos en defensa de derechos; por el otro, silencio frente a los cuestionamientos a Romina Núñez, actual subdirectora de la ANDIS y su aliada política, quien se vio envuelta en polémicas por viajes al exterior financiados con dinero público y respuestas despectivas en reuniones oficiales.
Poco antes de su muerte, Ejarque había encabezado la presentación de la fundación Naranjito en el hotel Hilton Buenos Aires. Allí compartió escenario con funcionarios y dirigentes, reforzando su perfil como referente del sector. La iniciativa, centrada en estimulación temprana y proyectos de vida independiente, buscaba instalarlo como puente entre la política y las organizaciones sociales.
Su militancia nunca estuvo disimulada. Peronista de base, con orígenes en Mendoza, supo utilizar su rol institucional para acompañar el discurso de Sergio Massa durante la campaña 2023, diferenciándose de Javier Milei y planteando que “las personas con discapacidad no son un número”.
En el marco del KarinaGate, la muerte de Germán Ejarque abre un vacío en el Observatorio de Discapacidad, pero también deja planteadas preguntas incómodas: ¿Qué pasará con la fundación Naranjito y los proyectos iniciados apenas meses atrás? ¿Cómo se interpreta que un referente que denunció los riesgos del mileísmo para el colectivo terminara conviviendo con ese mismo proyecto político?
Su fallecimiento, en definitiva, no solo marca el final de una carrera militante, sino también expone la fragilidad de un sector atrapado entre discursos grandilocuentes, promesas incumplidas y funcionarios que, más allá de eventuales buenas intenciones, quedaron atrapados en las contradicciones del poder. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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