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Karina Milei se presentó a votar en Vicente López visiblemente desmejorada, evitando a la prensa y en medio del escándalo por las coimas del “3 por ciento” que sacude al gobierno y profundiza la crisis en La Libertad Avanza.
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, acudió este domingo al instituto Pedro Poveda de Vicente López para emitir su voto en las elecciones provinciales. Su presencia no pasó inadvertida: se la observó desmejorada, despeinada, con gesto preocupado y evitando casi por completo el contacto con la prensa, en lo que constituye una de sus primeras apariciones públicas desde la filtración de los audios que la vinculan con presuntos retornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
El episodio estuvo atravesado por un condimento simbólico: en los padrones exhibidos en la puerta del establecimiento, junto al nombre de Milei, apareció escrito con birome el “3 pr ciento”, en alusión directa al porcentaje de coimas que, según los audios atribuidos al ex titular de ANDIS, Diego Spagnuolo, habría percibido la hermana del presidente en la adquisición de medicamentos. La inscripción se suma a una ola de burlas y referencias en redes sociales y en el ámbito cultural, que ya instalaron la cifra como un emblema del caso.
La aparición de Karina Milei se produjo en un contexto de máxima tensión política. El gobierno denunció penal y civilmente la difusión de los audios y consiguió una cautelar que prohíbe su publicación, medida que fue cuestionada por constitucionalistas y especialistas en libertad de expresión por configurar un claro caso de censura previa. Paralelamente, se ordenaron allanamientos a periodistas y abogados, lo que generó fuertes críticas de organismos y referentes del ámbito judicial.
El impacto interno en La Libertad Avanza también es significativo: la filtración expuso la feroz disputa entre facciones del oficialismo, con acusaciones cruzadas entre dirigentes y el señalamiento de que los registros surgieron de grabaciones realizadas dentro de la propia Casa Rosada.
En este marco, la decisión de Milei de limitar sus declaraciones y su imagen visiblemente tensionada fue leída como un síntoma del desgaste personal y político que atraviesa la principal figura de confianza del presidente. Su deterioro en la escena pública parece reflejar no solo el costo de la denuncia en su contra, sino también el estado de vulnerabilidad de un gobierno que enfrenta su mayor crisis desde el inicio de la gestión. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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