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Ariel Talevi, investigador del CONICET y director del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Bioactivos (LIDeB) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre sus inicios en la ciencia y las líneas de investigación que llevan adelante en el laboratorio.
El científico recordó cómo nació su vocación: "A mí me empezó a interesar la química muy de chico, pero también tuve una excelente profesora de biología que me atrapó con la introducción al método científico". Además, contó que la influencia familiar también marcó su elección: "Mi mamá me sugirió estudiar Farmacia porque tenía más salidas laborales, pero terminé eligiendo el camino de la investigación".
Respecto del trabajo en el laboratorio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Ariel Talevi explicó: "Somos un equipo de más de veinte personas con perfiles muy distintos, desde químicos y bioquímicos hasta veterinarios, y nos dedicamos a intentar descubrir nuevos fármacos". Entre las principales líneas de investigación mencionó los tratamientos para epilepsia, antivirales, antibióticos y antiparasitarios.
El investigador diferenció dos problemáticas centrales: "Las enfermedades raras son aquellas que afectan a una de cada 2.000 personas o menos, mientras que las enfermedades desatendidas afectan a mucha gente, pero históricamente de sectores vulnerables, por lo que quedaron relegadas en el desarrollo de diagnósticos y terapias".
En este marco, Talevi destacó la creación de Boolzi, una empresa incubada en la UNLP: "Se inició porque en 2023 había incentivos del estado para fundar empresas de base tecnológica orientadas a la inteligencia artificial. Aunque después esos programas se interrumpieron, decidimos seguir adelante".
Consultado sobre el diferencial de su trabajo, subrayó: "Desarrollamos algoritmos de inteligencia artificial que no requieren tanto poder computacional, lo que implica menores costos energéticos. La limitación de recursos en Argentina se convirtió en una ventaja".
En cuanto al impacto sanitario, Talevi remarcó: "El ciclo de desarrollo de un fármaco es sumamente ineficiente: de cada 10.000 moléculas investigadas, solo una llega a convertirse en medicamento. Si logramos que en lugar de una sean cinco, ya es muy importante en términos económicos y sanitarios".
Por último, advirtió sobre el caso del Chagas, una de las enfermedades desatendidas más complejas: "Hoy solo existen dos fármacos para tratar el Chagas y son los mismos desde la década del 60. Es una enfermedad muy desafiante, pero seguimos buscando nuevas alternativas". (www.REALPOLITIK.com.ar)
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