
Gremiales
El Mercado Central de Buenos Aires enfrenta un grave riesgo sanitario por cloacas desbordadas, aguas servidas y filtraciones que contaminan la mercadería y ponen en peligro la salud de trabajadores y consumidores en todo el país.
El Mercado Central de Buenos Aires, principal centro de abastecimiento de frutas y verduras del país, atraviesa una situación alarmante que trasciende las denuncias de corrupción y mafia que pesan sobre la gestión de Fabián Miguelez. Nuevas imágenes aportadas por trabajadores revelan un escenario de riesgo sanitario extremo, que compromete tanto a quienes trabajan en el predio como a los millones de consumidores que reciben sus productos.
Las fotos son elocuentes: pasillos inundados con aguas servidas, cloacas desbordadas que corren a cielo abierto, tapas de desagüe colapsadas y excremento en el suelo que la gente pisa mientras hace sus compras. Todo eso, advierten los empleados, “termina viajando a las casas junto con la mercadería”.
En la feria minorista, el panorama es aún más crítico. Las lluvias recientes provocaron que el agua se mezclara con los desechos cloacales, contaminando el piso por donde transitan diariamente miles de compradores. “Es contaminación de sobra. La gente camina entre excremento, compra frutas y verduras y se lleva todo eso a su mesa”, denunciaron.
La situación no solo afecta la salubridad: también expone a los trabajadores a un riesgo eléctrico letal. Los techos desbordan agua que cae directamente sobre tableros y cableados, generando un peligro constante de electrocución para cualquiera que transite las instalaciones.
Pese a estas condiciones, el presidente del Mercado, Fabián Miguelez, asegura en reuniones internas que “todo está limpio” y que no existen problemas de mantenimiento. Sin embargo, las imágenes contradicen de manera tajante su relato: basta con recorrer las naves para constatar la mugre, el abandono y la desidia.
Trabajadores acusan además a la gestión de “recaudar y esconder la plata, mientras el predio se cae a pedazos”. “No reparan nada hasta que pasa lo grave, como esto. Que devuelvan la plata de los trabajadores y gestionen para el Mercado Central”, reclaman en los mensajes que acompañan las imágenes.
El trasfondo es conocido: informes recientes de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) ya habían advertido sobre irregularidades y falta de controles en el organismo. Ahora, con las cloacas rebalsando y la mercadería en riesgo de contaminación, la crisis del Mercado Central se convierte en un problema de salud pública que alcanza a todo el país. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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