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El ex secretario de Agricultura de la Nación y dirigente de la Federación Agraria Argentina, Jorge Solmi, conversó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre el impacto de la suba de costos y las políticas agropecuarias sobre los pequeños productores del país tras la reciente medida del gobierno de Javier Milei de quitar las retenciones.
"Cuando asumió este gobierno se produjo una devaluación muy fuerte que nos afectó a todos, y al campo le triplicó los costos. Por ejemplo, el gasoil pasó de costar lo que valía antes a multiplicarse por 3,5. Esto quitó competitividad sobre todo a los productores más chicos y a los que están más alejados de los puertos y centros de consumo", explicó Jorge Solmi.
El dirigente de la Federación Agraria Argentina señaló que "las retenciones siguen existiendo y la medida anunciada la semana pasada, la quita temporal hasta juntar 7 mil millones de dólares, no llegó al pequeño productor. La mayoría ya había liquidado su cosecha del primer semestre y queda muy poco stock para comercializar o sembrar. Fue un manotazo que terminó beneficiando a un grupo de empresas exportadoras, que anotaron granos que no tenían y agotaron el cupo, dejando al productor real sin ingresos previstos".
Solmi agregó que la situación generó "una pérdida de confianza histórica del productor hacia el gobierno. Los ciclos agrícolas son largos y necesitan reglas claras y estables; cuando te cambian las reglas impositivas un 25 o 26 por ciento en 48 horas, es imposible planificar. Los productores trabajan la mayoría sobre campos alquilados y estos cambios afectan directamente sus costos y decisiones productivas".
El exsecretario de Agricultura también hizo hincapié en la necesidad de políticas de largo plazo: "Países como Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea tienen planes agrícolas estables que permiten planificar campañas y financiamientos. En Argentina, las resoluciones caducan en 72 horas, y esto destruye la capacidad de inversión y de crecimiento del sector".
Finalmente, Solmi concluyó: "El productor agropecuario se siente estafado. No se trata de ideología, sino de estabilidad y previsibilidad. Si el gobierno quiere que el campo siga produciendo, tiene que establecer reglas claras y de largo plazo, porque el sector no puede seguir soportando decisiones erráticas que generan pérdidas millonarias y afectan a toda la cadena productiva". (www.REALPOLITIK.com.ar)
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