
Cultura
Guillermo Sottovia, abogado y escritor, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la necesidad de revisar los relatos históricos en torno a los años de violencia política en la Argentina y convocó a un encuentro “patriótico” en Plaza de Mayo para exigir la liberación de los denominados “presos políticos”.
“No se trata solamente de un encuentro patriótico, sino de un intento de cambiar la historia apócrifa construida por la izquierda desde que llegó la democracia en la Argentina, por una historia completa, donde se expongan todas las verdades”, señaló Guillermo Sottovia, quien impulsa una movilización para el 29 de noviembre en plaza de Mayo.
El abogado sostuvo que el conflicto armado interno “comienza a mediados de 1953, aunque su punto más duro fue en la década del 70 con los movimientos Montoneros, ERP, FAR y FAP, apoyados por países socialistas y con el objetivo de imponer una ideología marxista-leninista en el cono rur”.
Según explicó, ese enfrentamiento “dejó una grieta insalvable, con detenidos, muertos y veteranos que no fueron reivindicados”, mientras que “del otro lado se construyó una mentira con 30.000 desaparecidos que, al final, no son 30.000”.
Sottovia también citó al exmontonero Luis Roberto Labraña, quien —según dijo— reconoció que la cifra fue simbólica. “Labraña, que fue miembro de Montoneros y hoy milita nuestra causa, admitió que en ese momento era muy ingenuo. Él mismo reconoció que ese número fue parte de una construcción política”, aseguró el escritor.
En esa línea, reafirmó que el objetivo de la convocatoria del 29N será “exigir la libertad inmediata de todos los que consideramos prisioneros de guerra”, y agregó que “cuatro fallos de Cámara reconocieron implícitamente que en la Argentina hubo una guerra interna”.
Sottovia comparó, además, el conflicto armado de los 70 con la Guerra de Malvinas: “Malvinas duró tres meses, con un mes de combates intensos. En cambio, la guerra contra la subversión se extendió casi una década, entre 1970 y 1989, y se combatió contra un enemigo invisible, sin uniforme, en inferioridad de condiciones”.
Finalmente, el abogado sostuvo que “la izquierda fue muy hábil en construir una historia desde una posición de víctimas, cuando en realidad fueron victimarios”, y concluyó: “Para mirar la historia argentina hay que mirarla completa, sin recortes ni silencios”. (www.REALPOLTIK.com.ar)
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