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Virginia Lazo, coordinadora del Centro de Alta Complejidad de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre el reciente reconocimiento internacional obtenido por el equipo docente en el Congreso Internacional de Odontología y Discapacidad en Río de Janeiro.
El grupo integrado por Virginia Lazo, Mariana Ríos, Pía Guzmán, Verónica De María y Mariana Lara se alzó con el primer premio entre más de cincuenta trabajos presentados, destacándose por sus investigaciones sobre el uso del cannabis medicinal en odontología.
“Fue un reconocimiento muy importante para nosotras, porque este trabajo lo venimos haciendo desde abajo, desde la universidad pública y la salud pública”, celebró Virginia Lazo. El equipo ya había sido distinguido en congresos anteriores en Argentina y Ecuador, y volvió a destacarse internacionalmente por una línea de trabajo que integra ciencia, salud y compromiso social.
Desde la reglamentación de la ley de cannabis medicinal, el equipo de la Facultad de Odontología de la UNLP comenzó a explorar su aplicación clínica. “Empezamos a formar parte de los odontólogos que pueden prescribir fitocanabinoides, y venimos con un camino largo en esto”, explicó Lazo.
El proyecto permitió un avance notable en la atención de pacientes con discapacidad o riesgo médico. “Logramos que muchos pacientes que antes debían ser atendidos bajo anestesia general puedan hoy sentarse en el sillón odontológico y ser tratados de manera convencional”, detalló.
Según la especialista, el cannabis actúa como un modulador neurológico, capaz de reducir movimientos involuntarios, controlar la ansiedad dental y mejorar la cooperación del paciente durante la consulta. “Cuando disminuyo esos movimientos involuntarios, ese paciente hasta adquiere hábitos de higiene. Por eso es tan importante implementar este tipo de políticas en lugares de atención pública”, afirmó.
Lazo subrayó que el cannabis no trata enfermedades, sino síntomas. “No es que trata una patología, trata signos y síntomas. Por eso una misma planta puede sacar a alguien de la depresión o calmar la hiperactividad”, señaló. Cada tratamiento, aseguró, se diseña en función del tono canabinoide de cada persona, lo que exige una escucha atenta y un seguimiento personalizado.
En la actualidad, el servicio de Alta Complejidad atiende a más de 1.300 pacientes, de los cuales unos 200 reciben terapéutica canábica. “No todos los pacientes con discapacidad la necesitan, pero en muchos casos cambia por completo la experiencia odontológica”, explicó.
El cannabis también se utiliza directamente en la cavidad bucal, aprovechando sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antimicrobianas. “Por ejemplo, al colocar una gasita con aceite de cannabis en el alveolo tras una extracción, evitamos infecciones y reducimos el dolor de manera notable”, destacó la profesional.
El proyecto se sostiene gracias al trabajo conjunto entre la Facultad y organizaciones sociales que donan la materia prima. “Nada se hace por separado, todo lo hacemos en conjunto. Esto termina formando redes: uno se quiere hacer socio, quiere ayudar y que esto se extienda más allá de la facultad”, concluyó Lazo. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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