
Interior
En medio del derrumbe político de Javier Milei, el poder real se disputa entre Santiago Caputo, Karina Milei y los intereses del círculo financiero norteamericano.
A esta altura del partido queda en claro que Javier Milei se ha convertido en un cadáver político al que todos están velando mientras se disputan la propiedad del cuerpo. La línea Bessent-Trump junto con el mundo financiero norteamericano tiene su candidato para conducir la gestión durante los próximos dos años. Es Santiago Caputo, el Mago del Kremlin, con excelentes vínculos en el país del norte y el único, dentro de la actual gestión, que ha demostrado tener el pulso para manejar las negociaciones políticas que permitieron aprobar lo sustancial de los proyectos legislativos del gobierno, hasta que sufrió el golpe interno de la entente Karina-Menem-Menem.
Justamente con la consagración de la hegemonía de “El jefe” fue que la administración Milei pasó a transitar sus peores horas. Derrotas parlamentarias y electorales de todo tipo y factor, descrédito por las denuncias de corrupción y retornos, todo lo malo que podría haber pasado sucedió. Es el riesgo de asignar a una improvisada y dos aventureros la responsabilidad de ejercer el poder. No es lo mismo gestionar un país que vender tortas de ricota por Instagram.
En las últimas semanas la figura de Karina Milei entró en un cono de sombras. Quien pasó a convertirse en interlocutor de empresarios –sobre todo extranjeros– fue nada menos que José Luis Espert, hasta que sus sospechosos vínculos con el narcotráfico lo corrieron de la titularidad de la lista de diputados de la provincia de Buenos Aires y del tablero político en general. Ahora quien prometía “cárcel o bala” deberá elegir en cuál de esas alternativas decida transitar su propio futuro. Javier Milei hizo todo lo que pudo para sostenerlo, pero su esfuerzo terminó estallando en su propio rostro. Para todos quedó en claro que quien elige a Karina, y luego a Espert para reemplazarla, no amerita para tomar decisiones de estado.
La candidatura de Espert cayó como consecuencia del pedido de escupidera que Luis “Toto” Caputo –ministro formal de Economía en el exilio, sustituído por su par norteamericano, Scott Bessent-, que entre otras varias exigencias aún desconocidas en su mayoría incluyó la cabeza de Espert. No fue la única que se pidió: también la de la hermana Karina. La razón no es difícil de comprender: el avance de las causas por la estafa de $Libra y de los retornos de la Agencia de Discapacidad ponen en riesgo a cualquiera que establezca vínculos con ella, al ponerlos en la mira de la Justicia. Por esta razón el ultimátum para Javier Milei ha sido claro: a partir del 27 de octubre, “Karina… AFUERA!”
Por cierto que el golpe que promueve a Santiago Caputo como nuevo hombre fuerte de la gestión incluye, en principio, la continuidad formal de Javier Milei como presidente, aunque vaciado de todo poder efectivo. Las dudas que subyacen son si el expanelista aceptará esa humillación, si estará de acuerdo con la exigencia de renuncia de su hermana y, finalmente, si el avance de las causas judiciales no lo convertirá en un sujeto tóxico en el plano judicial, a similitud de lo que ya es su hermana. ¿Podría seguir en funciones, aún en caso de aceptar todas las exigencias que se le imponen, en caso de que la justicia norteamericana le baje el pulgar?
Mientras tanto, Bessent vende dólares y publica tuits de apoyo, mientras que los argentinos prefieren seguir el sabio consejo del ministro de Economía semi-desaparecido en acción: “Comprá campeón”. Y los campeones, a puchitos o en grandes cantidades, cada cual según sus posibilidades, siguen comprando, con una demanda de 800 millones de dólares diarios, algo que ni el Tesoro norteamericano está dispuesto a avalar. Así, Bessent vende, los campeones compran, y la cotización del dólar no para de incrementarse. Todos le agradecen al “Tío Scott” su generosidad. Por ahora compra pesos, un eufemismo para convalidar que ya vendió más de mil millones dólares. ¿Qué pasará con el mercado cambiario cuando decida venderlos, en algún momento después del 26 de octubre?
Hay otra batalla detrás de la conspiración yanqui para empoderar a Santiago Caputo: la del Círculo Rojo que se esfuerza denodadamente por no perder su poder en la Argentina, mucho menos a manos del gobierno de Donald Trump y del establishment norteamericano. Su estrategia es similar, conservar a Milei como Presidente Títere, pero empoderando a Guillermo Francos. El suspenso comenzará a develarse en la noche del 26 de octubre, con los resultados electotrales en mano. Allí se verá cuál es el respaldo real de La Libertad Avanza y de la gestión Milei, y quedará definido el tablero para que los conspiradores desplieguen sus estrategias. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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