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29 de octubre de 2025 | Tecnología

Lo que hay que saber

El Monte Sarmiento: el primer casino flotante legal del Río de la Plata

En 1955, el vapor alemán Monte Sarmiento —rebautizado para el servicio rioplatense— se convirtió en el primer casino flotante con autorización legal de la región.

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Zarpaba cada sábado desde el puerto de Buenos Aires, cruzaba la línea de las 12 millas náuticas (aguas internacionales) y abría sus mesas de blackjack y ruleta durante seis horas antes de regresar.

Esta operación, registrada en la capitanía de puerto de Montevideo y tolerada por Argentina, sorteó las prohibiciones terrestres y generó un fenómeno turístico binacional que marcó un hito en la historia del entretenimiento rioplatense. El barco no era un improvisado: contaba con un diseño meticuloso que garantizaba seguridad, equidad y un ambiente de lujo, convirtiéndose en un símbolo de la creatividad jurídica y empresarial de la posguerra.

Un vapor convertido en sala de juego

El Monte Sarmiento era un buque de 1924, originalmente de la Hamburg Süd, con capacidad para 400 pasajeros y 150 tripulantes. En 1954 fue fletado por un consorcio argentino-uruguayo liderado por el empresario Luis María Campos, quien obtuvo permiso de la Prefectura Naval Uruguaya para operar como “barco de recreo con juegos autorizados” en alta mar. Según el Archivo General de la Nación (AGN), el barco salió por primera vez el 17 de abril de 1955 con 12 mesas de juego (8 de blackjack y 4 de ruleta francesa), crupieres traídos de Europa y un salón principal con capacidad para 200 jugadores simultáneos. Las ruletas eran de fabricación francesa, calibradas diariamente por un ingeniero suizo, y las fichas se cambiaban en pesos argentinos, uruguayos o dólares.

Los pasajeros pagaban un pasaje de 50 pesos m$n (equivalente a unos 1.200 dólares actuales), que incluía cena de tres pasos (con platos como bife de chorizo y postres helados), espectáculo de tango en vivo con orquesta de 12 músicos y acceso ilimitado a las mesas. El viaje duraba 10 horas: 3 de ida, 4 de juego en aguas internacionales y 3 de regreso. La Prefectura Argentina no intervenía porque, al estar fuera de la jurisdicción nacional, no violaba la Ley 13.454 de 1944 que prohibía los casinos en tierra.

El impacto económico y regulatorio

El éxito fue inmediato. Según el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires (1956), el Monte Sarmiento generó un movimiento de 2.000 pasajeros mensuales y facturó el equivalente a 2 millones de dólares anuales (valores de la época). Este volumen impulsó la creación de infraestructura portuaria: se ampliaron muelles en el puerto de Buenos Aires y se mejoró la señalización marítima en el Río de la Plata.

Además, el consorcio reinvirtió parte de las ganancias en la formación de crupieres locales, creando la primera escuela de croupiers del Cono Sur en Colonia, Uruguay, con 40 egresados en 1957.En Argentina, el modelo del Monte Sarmiento fue citado en el debate parlamentario que llevó a la apertura del Casino de Mar del Plata en 1958, el primero legal desde la prohibición peronista. El diputado Arturo Frondizi (futuro presidente) mencionó el barco como “ejemplo de regulación efectiva” en un discurso de 1957. En Uruguay, influyó en la concesión del Hotel Casino Carrasco (1960), que adoptó estándares de seguridad y capacitación similares.

El fin de una era y su legado

El Monte Sarmiento operó hasta 1961, cuando la Organización Marítima Internacional (OMI) endureció las normas de seguridad para buques de pasajeros tras el naufragio del Andrea Doria en 1956. El último viaje registrado fue el 12 de agosto de 1961, con 380 pasajeros y una recaudación récord de 180.000 pesos. Tras su retiro, el barco fue vendido a una empresa italiana y desguazado en Génova en 1963.Su legado es doble:

  1. Regulatorio: sentó las bases para la legalización de casinos en Argentina y Uruguay, con modelos de control que se aplican hasta hoy.
  2. Cultural: inspiró cruceros turísticos actuales en el Río de la Plata (como los de Buquebus) con áreas de entretenimiento, y su historia se enseña en escuelas de hotelería y turismo de Buenos Aires y Montevideo.

Plataformas modernas de casino online heredan esa tradición de regulación estricta, accesibilidad y juego equilibrado, adaptada al entorno digital con certificaciones internacionales y opciones de juego responsable.

Un hito que navegó entre dos países

Esta historia, documentada en archivos oficiales, prensa de la época y debates parlamentarios, sigue siendo un caso de estudio sobre innovación jurídica, turística y empresarial en el Cono Sur. En un contexto de posguerra, cuando Argentina y Uruguay buscaban reactivar sus economías, el barco representó una alianza silenciosa: capital argentino, autorización uruguaya y tecnología europea, todo en un mismo casco.

El Monte Sarmiento fue el primer casino flotante legal del Río de la Plata, un puente de ocio entre Argentina y Uruguay que marcó el camino hacia la profesionalización del juego en la región. Su legado perdura en cada sala regulada, física o digital, que prioriza la transparencia, la seguridad y el disfrute responsable, demostrando que la innovación puede navegar incluso en aguas turbulentas.


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