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Keila y Candela, integrantes de las Organizaciones de los Chicos del Pueblo, dialogaron con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la histórica marcha que se realiza en La Plata, bajo la consigna “El hambre es un crimen”, para visibilizar la pobreza infantil, la falta de políticas públicas y el avance del narcotráfico en los barrios.
“Esta marcha es parte de una forma de denuncia que el movimiento viene realizando desde los años 90, impulsada por el padre Carlos Cajade y varios curas tercermundistas que denunciaban el neoliberalismo, el hambre y las condiciones de pobreza en Argentina”, comenzó explicando Candela. “Con el tiempo el movimiento se desintegró, pero en 2018 volvió a reorganizarse con el nombre de Organizaciones de los Chicos del Pueblo, y hoy seguimos luchando porque más de la mitad de los pibes y pibas son pobres y el escenario es cada vez más grave”, sostuvo.
En ese sentido, alertaron sobre el “vaciamiento del estado” y el impacto directo que eso tiene en los sectores más vulnerables. “Estamos viendo cómo los ministerios pasan a ser secretarías y eso implica una reducción concreta de políticas públicas. Se siente en los comedores, donde falta comida, falta olla, y las familias cada vez llegan más rotas. El estado se retira y el narcotráfico avanza”, afirmaron.
Keila también destacó el rol que cumplen las organizaciones sociales en la contención de los jóvenes: “Yo soy parte del refugio de Ensenada. Es un lugar donde comemos, compartimos y nos acompañamos. Si tenés un problema, podés hablarlo con alguien y no te van a juzgar. Es un espacio de contención y afecto que se volvió imprescindible porque cada vez hay más chicos que no tienen un plato de comida o un techo donde dormir”.
Consultadas sobre la política alimentaria del gobierno nacional, fueron contundentes: “Se nota muchísimo la falta de ayuda. Antes llegaban alimentos a los comedores y ahora no. Seguimos cocinando, seguimos abriendo las puertas, pero los recursos son limitados. Los pibes vienen rotos, no solo por el hambre sino por la falta de futuro. Este gobierno destrata, daña y maltrata a las infancias”.
La consigna “El hambre es un crimen” se mantiene vigente desde hace décadas. Para Candela, “es una forma de decir que nadie puede ser indiferente cuando un pibe no tiene para comer. Denunciamos la indiferencia social y política ante un derecho tan básico como la alimentación. No puede ser que naturalicemos que haya chicos que se acuesten sin cenar”.
Sobre los intentos del gobierno de bajar la edad de imputabilidad, las jóvenes también marcaron una postura clara: “Los pibes no son peligrosos, están en peligro. En lugar de políticas represivas, necesitamos políticas que acompañen proyectos de vida. Si los chicos tienen lugares donde desarrollarse, es más difícil que el narco entre al barrio. Pero los medios hegemónicos los demonizan y construyen una imagen de juventud que solo sirve para justificar más castigo”.
Finalmente, Candela reflexionó sobre el sentido profundo de la marcha que se realizará este sábado 15 de noviembre en la República de los Niños: “Es una jornada de disfrute, de juegos y de ternura. Queremos que los pibes puedan ser pibes, que tengan derecho al juego, al abrazo, al afecto. Nosotros creemos en la pedagogía de la ternura, en construir otro mundo desde el amor y el reconocimiento del otro como un sujeto legítimo”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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