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José Antonio Kast, candidato a presidente de Chile, volvió a instalarse en el centro de la escena política chilena después de obtener casi el 24 por ciento de los votos y asegurar su pase al balotaje del próximo 14 de diciembre.
El líder del Partido Republicano, referente de la derecha más dura, competirá por tercera vez por la presidencia apoyado por sectores conservadores y libertarios que, en conjunto, podrían otorgarle una ventaja clave frente a su rival, Jeannette Jara.
Aunque en esta campaña evitó reavivar sus choques diplomáticos con la Argentina, José Antonio Kast mantiene activos en sus redes sociales mensajes publicados años atrás en los que cuestiona la política territorial argentina, especialmente en la Patagonia y la Antártida. Aquellas expresiones le valieron el mote de “antiargentino” entre dirigentes y analistas locales.
Uno de los episodios más recordados ocurrió en 2020, cuando reaccionó a una publicación del entonces canciller argentino Santiago Cafiero, quien difundió un mapa actualizado de la plataforma continental reconocida por la Organización de las Naciones Unidas. José Antonio Kast respondió con dureza y acusó a la Argentina de apropiarse de territorios que Chile considera propios, acompañando su mensaje con consignas soberanistas sobre la Antártida. No obstante, el candidato nunca eliminó aquel posteo, a pesar de su fuerte impacto diplomático.
Argentina ya nos ha robado suficiente territorio a los chilenos. Espero que el Gobierno se ponga firme frente a los delirios expansionistas de la izquierda radical argentina #LaAntarticaEsChilena 🇨🇱 https://t.co/b701u5lZVy
— José Antonio Kast Rist 🖐️🇨🇱 (@joseantoniokast) July 25, 2020
Detrás de esa narrativa se encuentra Jorge Guzmán, académico y asesor cercano al candidato, especializado en conflictos limítrofes entre ambos países. Guzmán sostiene que Chile debe defender sus reclamos en la Península Antártica, el Estrecho de Magallanes, el Campo de Hielo Patagónico y otras zonas estratégicas, incluso por vías no necesariamente diplomáticas. Su influencia en el entorno del dirigente republicano ha sido señalada en reiteradas oportunidades por figuras de la política exterior chilena.
Kast, que reivindica los valores tradicionales de “familia, patria y religión”, mantiene posiciones firmes en temas de género, migración y seguridad. A lo largo de su trayectoria se manifestó en contra del matrimonio igualitario, del aborto en cualquier circunstancia y a favor de un endurecimiento drástico de la política migratoria. También ha expresado gestos de respaldo hacia el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet, un punto que genera fuertes resistencias dentro y fuera de Chile.
En 2021, durante su enfrentamiento con Gabriel Boric, el entonces embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, lo calificó de “xenófobo” y advirtió sobre su retórica hostil hacia la Argentina. Según Bielsa, Kast había convertido el antiargentinismo en una marca política.
A nivel regional, Kast también encontró afinidades con el presidente argentino Javier Milei, a quien elogió públicamente desde sus primeras irrupciones electorales. El dirigente chileno celebró sus avances políticos con mensajes entusiastas en redes sociales y llegó a describir su victoria legislativa como “una gran noticia para Latinoamérica”. Ese respaldo no solo refleja una coincidencia ideológica en torno al libre mercado y la crítica al populismo, sino también la búsqueda de Kast de posicionarse como uno de los referentes de la derecha dura en el continente.
El triunfo de Javier Milei @JMilei en Argentina es una gran noticia para Latinoamerica. Argentina es un gran pais y durante décadas ha sido arrasado por el populismo y la incompetencia. Basta de abusos y corrupción! pic.twitter.com/XqlL9tcjoX
— José Antonio Kast Rist 🖐️🇨🇱 (@joseantoniokast) November 15, 2021
Otro episodio que continúa acompañándolo es la afirmación en la que aseguró que, de estar vivo, “Pinochet votaría por mí”, una frase que generó un fuerte rechazo de organismos de derechos humanos y sectores progresistas. Kast ha insistido en relativizar la naturaleza del régimen militar, sosteniendo que en Chile “no hubo una dictadura típica latinoamericana” y que la izquierda “ha exagerado cifras”. Aunque en esta elección buscó moderar su imagen y alejarse de las guerras culturales, estas declaraciones siguen siendo uno de los puntos más controvertidos de su figura pública.
De cara a la segunda vuelta, el panorama electoral parece beneficiarlo. Los sufragios de los candidatos de derecha Johannes Kaiser —cuyo discurso libertario reivindica abiertamente a Javier Milei— y Evelyn Matthei podrían converger en su favor. De concretarse esa transferencia de votos, Kast llegaría con una base más sólida que en sus intentos anteriores.

No obstante, arrastra un historial de polémicas que sus adversarios buscan aprovechar. Su visión sobre la dictadura militar sigue siendo uno de los puntos más sensibles de su figura pública. A ello se suma su insistencia en un relato geopolítico que, aunque atenuado en la campaña actual, sigue generando preocupación en la diplomacia argentina.
La disputa chilena se desarrolla en un contexto regional en el que el ascenso de Javier Milei actúa como un faro para sectores libertarios y conservadores. La admiración de Kaiser por el presidente argentino y la reivindicación de su modelo económico, su “batalla cultural” y su alineamiento con Estados Unidos contribuyeron a trasladar parte del clima político argentino al debate chileno.
Mientras Chile se prepara para un balotaje decisivo, el tono nacionalista de Kast, su cercanía con asesores que promueven hipótesis de conflicto limítrofe y la influencia del experimento libertario argentino configuran un escenario complejo que podría tensar nuevamente la relación bilateral si el líder del Partido Republicano llegara a La Moneda. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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