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24 de noviembre de 2025 | Nacionales

Zentrix Consultora

INDEC: Un 59,2 de los argentinos desconfía en las cifras oficiales de Marco Lavagna

Un estudio de Zentrix Consultora revela que, pese a una leve mejora, el 59,2 por ciento de los argentinos desconfía del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y que la opinión pública se encuentra atravesada por un fuerte malestar económico, desconfianza institucional y un amplio respaldo a reformas laborales y sindicales.

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La confianza en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que conduce Marco Lavagna, muestra en noviembre una mejora leve. Sin embargo, el 37,2 por ciento declara confiar en las cifras oficiales, frente a un 59,2 por ciento que mantiene una postura de desconfianza

En paralelo, la inflación perdió centralidad como preocupación principal. Sólo el 5,1 por ciento la menciona como el problema más importante del país, ubicándose muy por debajo de la situación económica (30,7) y de la corrupción (22,6). Este desplazamiento no implica que la inflación deja de ser relevante, sino que el malestar social se distribuye hoy en un abanico más amplio de dimensiones económicas y políticas. En ese contexto, los debates sobre reformas laborales, modernización institucional y cambios en el sistema sindical aparecen como parte de una agenda más amplia de reorganización económica percibida por la ciudadanía.

Principales preocupaciones

Las principales preocupaciones del país muestran un diagnóstico compartido, pero con prioridades muy distintas según la identidad política. A nivel nacional, el desafío dominante es la situación económica general (30,7), seguida por la corrupción (22,6) y el desempleo (13,1), un patrón que combina malestar material con percepciones institucionales. Problemas como educación (8,9), inseguridad (8,3) y narcotráfico (7,5) aparecen en un segundo plano, mientras que la inflación –que históricamente lideraba el ranking– queda relegada al 5,1, confirmando su pérdida de centralidad en la agenda ciudadana.

La segmentación revela diferencias estructurales entre ambos electorados. Entre los votantes de Milei, la corrupción (22,6) emerge como principal problema, seguida por la economía (19,5) y la inseguridad (15), un orden que refleja una lectura más institucional que económica de la crisis. En contraste, entre los votantes peronistas la situación económica general sube a 39,2 –muy por encima de cualquier otro punto– lo que evidencia que este segmento concentra su preocupación en el deterioro macroeconómico. Temas como corrupción (24,5) o desempleo (14,8) ocupan posiciones secundarias, mientras que la inseguridad y el narcotráfico prácticamente no tienen peso (2,8 y 4,5, respectivamente).

El contraste de prioridades sintetiza dos narrativas coexistentes sobre la crisis argentina: una centrada en el deterioro económico y otra que interpreta el problema a través de la corrupción y la inseguridad. En conjunto, el relevamiento muestra que no existe una preocupación única que organice el clima social, sino un escenario donde conviven malestar económico, desconfianza institucional y tensiones estructurales que se distribuyen de manera desigual según la identidad política del votante.

Cuota sindical

El Monitor de Opinión Pública (MOP) elaborado por Zentrix Consultora durante el mes de noviembre muestra que el 67,5 por ciento respalda convertir la cuota sindical en voluntaria, consolidando una mayoría social que rechaza la obligatoriedad vigente y expresa desconfianza hacia el modelo gremial actual. El relevamiento también registra un apoyo extendido a modificar la normativa laboral, con una opinión pública que se inclina por cambios estructurales en línea con las iniciativas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.

Si a este guarismo se le incorporan quienes se ubican en una posición intermedia –ya sea porque se consideran “neutrales” o porque afirman que no les resulta particularmente relevante el tema– el universo que no se opone a la modificación asciende al 82,2 por ciento. En otras palabras, más de ocho de cada diez personas se muestran de acuerdo o, al menos, no presentan resistencia frente a la posibilidad de eliminar la obligatoriedad de los aportes que hoy se descuentan de manera compulsiva a los trabajadores. Sólo un 17,8 por ciento sostiene que el sistema actual debe continuar tal como está.

Cuando estos resultados se cruzan con la orientación política de los encuestados, la conclusión es todavía más llamativa. Tanto entre quienes apoyan al oficialismo nacional como entre los votantes opositores predomina de manera clara el acuerdo con que los aportes sindicales pasen a ser voluntarios. Esta coincidencia transversal revela que la discusión sobre las cuotas sindicales constituye uno de los pocos temas en los que se observa un alineamiento mayoritario entre distintos segmentos del electorado, indicando que la demanda de cambio en el esquema gremial excede las divisiones partidarias tradicionales.

Reforma laboral

Respecto a la posibilidad de que se realicen reformas laborales, más de la mitad de los encuestados (55 por ciento) se manifestó a favor de actualizar o reemplazar la normativa vigente, un resultado que se sostiene aun entre quienes expresan dudas o posiciones intermedias. Esta inclinación refleja un diagnóstico social extendido: la estructura laboral actual es percibida como rígida, desactualizada y poco compatible con las dinámicas económicas contemporáneas. La demanda de cambio no surge sólo de la discusión política coyuntural, sino de una lectura más profunda sobre la necesidad de modernizar reglas que regulan el empleo, la contratación y las relaciones laborales.

La imagen de los sindicatos constituye otro punto crítico. Los datos muestran una desconfianza estructural: sólo 15,2 por ciento declara una percepción positiva, mientras que 63,9 expresa una valoración negativa. El rechazo no obedece únicamente a posicionamientos ideológicos. También expresa una experiencia acumulada de distancia con las preocupaciones cotidianas, percepción de estructuras burocráticas y dirigencias encapsuladas desde hace décadas. El contraste entre su peso histórico y la legitimidad actual queda evidenciado en el relevamiento, donde incluso entre votantes peronistas –su base sociológica tradicional– la negatividad alcanza el 30,2 por ciento, revelando que la crisis de confianza excede cualquier frontera partidaria.

Imagen de dirigentes políticos

La medición de noviembre sobre la imagen de los principales dirigentes políticos exhibe un escenario estable en la polarización nacional y con diferencias marcadas, según el grado de conocimiento y la proyección de cada figura.

En noviembre, la imagen del presidente Javier Milei muestra una mejora tras las elecciones legislativas de octubre, que reforzaron el peso parlamentario del oficialismo y marcaron la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Su imagen positiva subió de 35,5 a 40,5 por ciento, mientras la negativa baja de 59,9 a 51,9, reduciendo el saldo desfavorable. El movimiento mensual refleja un claro efecto post legislativas: Milei consolida su apoyo interno tras el resultado electoral sin mejorar su aceptación en sectores opositores.

Por su parte, la imagen de Axel Kicillof retrocede tras las elecciones legislativas de octubre, donde el peronismo sufrió una derrota clave en la provincia de Buenos Aires. Su imagen positiva baja de 43,9 en octubre a 38,6 por ciento, mientras que la negativa sube de 48,5 a 53,2 por ciento, marcando un deterioro claro en su diferencial. La comparación mensual muestra que Kicillof siente de manera directa el efecto postelectoral: pierde imagen luego del resultado adverso en Buenos Aires y queda más expuesto en un contexto de polarización creciente.


Javier Milei y Axel Kicillof.

Respecto al diputado electo y actual ministro del Interior de la Nación, Diego Santilli, alcanza una imagen positiva de 38,8 y una negativa de 49,2 por ciento. Entre votantes del oficialismo, la positiva escala a 74,4, mientras que en votantes opositores su imagen negativa es de 93,5. Su designación como ministro –tras el triunfo legislativo del oficialismo el 26 de octubre último en la provincia de Buenos Aires– explica este fuerte perfil público.

Karina Milei registra 20,6 de positiva y 65,5 por ciento de negativa, conformando uno de los diferenciales más desfavorables del tablero político. La distribución por voto muestra el origen de esa estructura: entre votantes oficialistas alcanza 39,5 de imagen positiva, pero incluso dentro de ese electorado mantiene 36,5 de negativa, un nivel de rechazo interno muy alto para una figura del entorno presidencial. La consolidación de su rol público tras las legislativas de octubre no se traduce en un fortalecimiento de su imagen. Por el contrario, los datos indican que no logra trasladar la valoración positiva del presidente de la Nación, mostrando que su figura opera más como un componente identitario del oficialismo que como un activo político con capacidad propia de expansión.

En el caso de Ramiro Marra, presenta una imagen compuesta por un 26,8 de positiva y un 51,7 por ciento de negativa. Entre votantes oficialistas alcanza un 52,2 de positiva, mientras que entre votantes peronistas el rechazo se eleva a 89,4, reflejando una polarización contundente. Como legislador porteño y figura asociada al espacio libertario, Marra combina su actividad parlamentaria con una fuerte presencia mediática, particularmente en redes y como divulgador financiero.

El trabajo de Zentrix Consultora midió a varios comunicadores, entre cuyos resultados sobresalen los de Daniel Parisini, también conocido como “Gordo Dan”. En noviembre el estudio expuso un perfil de imagen fuertemente negativo. Registra 16,7 de positiva, 59,3 de negativa y 11,1 por ciento de desconocimiento, componiendo uno de los diferenciales más desfavorables entre los comunicadores medidos. La polarización por voto es extrema: entre quienes apoyaron a Milei alcanza 33,3 de positiva, pero incluso dentro de ese núcleo tiene un 27,5 de negativa. Entre los votantes de Massa el rechazo es prácticamente total (93,9). 

Sobre el estudio

Los datos surgen del Monitor de Opinión Pública (MOP), un estudio desarrollado desde Zentrix Consultora con el propósito de relevar percepciones políticas y económicas de la población residente en Argentina. El relevamiento correspondiente a la medición de noviembre incluyó 1.150 casos válidos con cobertura nacional y fue realizado mediante un diseño muestral ponderado por región y edad según el último padrón electoral.

La recolección de datos se efectuó a través de un cuestionario autoadministrado en línea (Google Forms), con difusión controlada y posterior depuración de duplicados y registros inválidos. Se aplicaron mecanismos de validación mediante variables externas (como el voto declarado en el balotaje presidencial de 2023 y en las legislativas de octubre de 2025), y los resultados fueron ajustados para garantizar representatividad nacional. Bajo estas condiciones, el margen de error teórico se estima en ±2,89 por ciento, con un nivel de confianza del 95 por ciento. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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