Judiciales
Fabián Lencina, testigo clave del cuádruple femicidio de La Loma, reveló cómo atravesó años de amenazas, presiones e irregularidades mientras la investigación avanzaba sobre falsos testimonios. Relató que lo que presenció en 2011 no coincidía con la versión oficial que llevó a prisión a un inocente y apuntó contra el rol del fiscal Álvaro Garganta.
“Esa noche pasaba por el lugar, entre las 10 y las 12 de la noche. Vi cosas que nada que ver con lo que decía este señor que está siendo juzgado ahora. Ojalá hoy haya una sentencia ejemplar, así se termina lo de los falsos testigos y también lo de las amenazas, porque no fui el único, fuimos varios”, inició Fabián Lencina.
El testigo relató que durante el proceso recibió aprietes y ataques que fueron denunciados: “Yo tuve amenazas. Recibí gente acá en la puerta de mi domicilio diciéndome que si no me callaba me iban a matar a mí y a mi familia. Rompieron la cabina de gas. Estaba aterrado”. También recordó episodios en los que fue llevado por la fuerza pública, pese a haberse presentado previamente a declarar: “Nunca me escondí, estaba en mi casa”.
Respecto a su aparición en la causa, explicó que todo comenzó con un comentario casual a Marcelo Viñes, a quien conocía por su trabajo como DJ en una quinta de Arana. Viñes lo puso en contacto con un abogado que a su vez habló con el fiscal. “Yo no quería estar ahí, nunca me interesó. Pero me citaron. Y lo de Álvaro Garganta siempre me pareció muy raro, porque no me creía lo que yo le contaba”, sostuvo.
Sobre su declaración, describió que desde el primer momento dijo que no había visto al imputado Osvaldo “El Karateca” Martínez, sino a otra persona y otro vehículo. “El auto que vi no era un Corsa, era más grande, más nuevo, como un Astra. Y la persona que vi tampoco tenía el aspecto del que ellos decían. Pero Garganta nunca me creyó”.
Incluso aseguró que en una ronda de fotos identificó a alguien con un aspecto similar al de Ezequiel Galle, padre de una de las víctimas: “Les dije que era parecido, el físico coincidía. Y me dijeron que no, que no podía ser. Era como que no se podía mencionar a Galle. Yo no lo culpaba, solo decía que la persona que vi era parecida. Pero molestó mucho que dijera eso”.
Lencina afirmó que hubo intentos de manipularlo a través del miedo: “No me dijeron directamente qué tenía que decir, pero sí me metían miedo. El abogado que me pusieron me decía que yo iba a terminar preso, que tenía riesgo de vida”. Además, denunció inconsistencias en la investigación: “Todo se guiaba por los dichos de este señor Marcelo Tagliaferro. Los medios también. Y la causa iba totalmente direccionada”.
El testigo también habló de versiones sobre pagos a quienes declaraban: “Hasta se decía que había testigos que cobraban por dar notas. El remisero Tagliaferro cobraba seis mil pesos por nota. Y se corrió el rumor de que había dinero para que yo me callara. A mí nunca me llegó”.
Para Lencina, lo que ocurrió en La Loma sigue sin tener una explicación: “Nunca se supo por qué mataron a cuatro mujeres. No puede ser semejante monstruosidad sin un motivo claro. Algo hubo detrás y se tapó. No entiendo tanta complicidad”.
Finalmente, expresó su deseo de que la justicia avance: “Quiero que esto sirva, no solo para juzgar al que mintió, sino para que se sepa la verdad. Porque acá nunca se supo la verdad”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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