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La diputada nacional del Pro, Marilú Quiroz, analizó las repercusiones del simposio realizado en el Congreso de la Nación, donde un grupo de médicos, abogados y científicos expusieron críticas y dudas sobre las vacunas contra el COVID-19. La legisladora denunció presiones políticas y pidió un debate público “sin estigmas”.
“Este es un reclamo que tenemos hace más de cinco años: dar un debate público y que la gente pueda saber qué está pasando”, inició Marilú Quiroz. La diputada aclaró que su postura no es contraria al calendario tradicional de vacunación y señaló que las acusaciones mediáticas fueron injustas: “Yo no soy antivacuna y me preocupa mucho la baja en la tasa de vacunación. ¿Por qué bajó? ¿Por qué ponerme a mí ese mote? Soy mamá, soy abuela, me preocupa la salud de la gente”.
Durante la jornada en el Congreso de la Nación Argentina asistieron profesionales “de treinta, cuarenta y cincuenta años de trayectoria”, y calificó de “ridículas” las críticas que circularon en algunos medios. “Yo no soy científica, no soy médica, no soy abogada. Para eso hablaron los expertos: abogados, médicos, físicos, científicos. Lo importante es escuchar todas las voces”, sostuvo, al tiempo que cuestionó el intento de deslegitimar el encuentro a partir de un episodio viralizado con un asistente apodado en redes “el hombre imán”.
La diputada también habló desde lo personal. Contó que su esposo, a quien describió como “el hombre más sano del mundo”, hoy atraviesa un tratamiento de quimioterapia por un mieloma múltiple. “Se puso cuatro vacunas, como todos, porque primero nos inocularon el miedo. ¿Cómo no voy a querer saber? Dos más dos son cuatro. Quiero respuestas”, planteó visiblemente emocionada.
En esa línea, rechazó las acusaciones de que el simposio habría sido un acto irregular dentro del Congreso: “No hicimos nada ilícito. El Congreso es el lugar donde se deben debatir las cosas seriamente para el pueblo. Y el pueblo quiere saber”.
El evento, que se extendió durante seis horas, reunió a cientos de personas frente al parlamento. Según Quiroz, esto generó tensiones políticas internas: “Martín Menem recibió presiones por todos lados. Mi bloque lo minimizó al principio, pero cuando vieron la cantidad de gente que vino de todo el país, empezaron a abrir los ojos”. Incluso relató que el mismo día del simposio se convocó a una reunión de la comisión de Salud “a la misma hora, para tapar”.
“Si todo estuviera bien, dejarían que esto se caiga por decantación. Pero trataron de que no se sepa, y eso demuestra que hay algo que molesta”, añadió. Para la diputada, el debate sanitario debe ser abierto y sin restricciones: “Hay que escuchar a todos, a los que me gustan y a los que no. Es la vida de la gente lo que está en juego”.
Finalmente, Quiroz insistió en que su objetivo no es cuestionar las vacunas en general, sino exigir claridad institucional: “No soy antivacuna. Soy prosalud, proverdad. Lo repito y quiero que quede claro. La ciudadanía merece transparencia y un debate serio”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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