Pañuelos Negros: “Nuestros presos políticos merecen la libertad y la revisión de sus juicios”

El referente aseguró que el acto significó visibilizar una voz que históricamente permaneció silenciada. “Ese encuentro significó dejar plasmado en esa emblemática plaza de que hay otras voces que se están levantando, que estuvieron mucho tiempo callados esperando que la justicia trayese luz sobre algunos hechos de los 70 y que no sucedió nada”, sostuvo.

Según relató, el movimiento reunió personas de todo el país. “Tenemos gente que viajó desde Tartagal, 26 horas arriba de un vehículo, pero dejamos plasmado la necesidad de que nuestros presos políticos puedan tener la posibilidad de una libertad y que sus juicios sean revisados”, insistió. Luis Manzur planteó la necesidad de revisar los expedientes judiciales de militares detenidos y cuestionó el funcionamiento de los procesos. “Cuando uno comienza a leer todo lo que ha sucedido y mira el expediente, siente por dentro un horror tremendo”, afirmó.

En esa línea, expuso que varios condenados no tenían responsabilidades de mando. “Tenemos gente que en ese tiempo tenía diecinueve, veinte años, eran cabo, cabo primero, subtenientes, que no tenían la capacidad para tomar decisiones de las que se le acusa”, precisó. Y agregó: “Es imposible que un cabo primero, subteniente pueda haber tenido dichas libertades para tomar esas decisiones”.

El referente de Pañuelos Negros cuestionó el tratamiento judicial y político de los militares procesados. “El código penal había sido dejado a un costado. Los tratados internacionales olvidados o usados a conveniencia. Todo lo que significaba ley había sido pisoteado para que pudieran hacer esto que la política trajo sobre la mesa y que no es otra cosa que revanchismo, venganza”, disparó.

En este marco, volvió sobre la necesidad de contar “la otra historia”. “Tenemos que traer sobre la mesa de los argentinos los hechos, cómo sucedieron. Porque si de verdad eso ocurriese, la gente comenzaría a descubrir que todo lo que se ha hablado, gran parte de lo que se ha hablado son relatos”, afirmó. Manzur hizo referencia a víctimas civiles de organizaciones armadas. “Algunos están hablando de 1732 personas víctimas, sin uniformes, civiles, gente inocente, que de pronto se fueron a tomar un café en un bar y allí colocaron una bomba”, aseguró. “Estas son las historias que no han contado y que nosotros necesitamos traerla porque si la historia la cuentan los que mienten, ¿qué? Vamos por la historia real”, planteó. 

En relación a la construcción de memoria histórica, el integrante de Pañuelos Negros analizó: “La Argentina se dividió entre los unos y los otros. Los unos recibieron cargos, recibieron dinero, recibieron la posibilidad de estar en lugares encumbrados. Nosotros, los olvidados, el ciudadano común, quedó guardado en ese relato asqueroso que pudrió la mente de muchos argentinos”.

Manzur describió el clima de la jornada: “Obviamente nosotros allí totalmente mojados, empapados, donde resalta la figura de Asunción Benedict. Estuvimos hasta las 4 de la mañana en ese frío tremendo esperando el nuevo día”, relató. También denunció agresiones: “Nos trajo también los tambores de guerra que suelen traer esta gente con la única motivación de destruir, de confrontar, de faltar el respeto”.

Sin embargo, señaló que el objetivo del movimiento fue pacífico: “Nuestra forma de ser que es un argentino bien parido era dejar un mensaje, dejar en los corazones de la ciudadanía la otra historia”.

Finalmente, Manzur explicó el petitorio presentado ante el Ejecutivo: “Se está pidiendo que el presidente tome control en el tema y puedan los que están prisioneros de esperanza quedar en libertad. Soñamos que para una Navidad o para un fin de año puedan estar libres”, aseguró. Y concluyó: “Son gente que hace una larga ausencia, no están con su familia y soñamos que esta presentación pueda surgir el efecto que todo argentino que está conociendo la historia está pidiendo”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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