Crecen los casos de ludopatía infantil: "La mayoría de los padres no saben que sus hijos apuestan"

A modo de introducción, Débora Blanca explicó la lógica emocional detrás de la adicción al juego: "El juego muchas veces puede ser un quitapenas, como el alcohol, la marihuana o las redes sociales, un quitapenas en esta cuestión de sentirnos rotos y necesitar algo que te anestesie". En ese sentido, definió la ludopatía como la pérdida de control absoluta frente a las apuestas: "La ludopatía es la adicción a los juegos de apuestas. No es alguien que está jugando lúdicamente, sino que está enganchado adictivamente a algo que le promete la ilusión de ganar, pero que lo que hace es quedarse hasta perder todo".

La especialista profundizó en la estructura emocional del trastorno: "El ludópata no es adicto al dinero, si fuera adicto al dinero no sería ludópata, es adicto a las sensaciones muy fuertes que la apuesta genera". Con veintitrés años de experiencia en el tratamiento de la ludopatía, Blanca expresó su sorpresa por la realidad actual: "Nunca me imaginé ver lo que estoy viendo en estos últimos tres años: son los chicos apostando".

Advirtió que el acceso ilimitado a celulares y plataformas ilegales facilita el problema: "Los chicos entran a sitios que son ilegales. En el ilegal lo único que piden es que transfieran dinero, dinero que tienen en el celular o en la billetera virtual". Además, remarcó un punto crítico: "Están apostando desde los once".

En cuanto a los mecanismos que alimentan la adicción, señaló: "Cuando ya se engancharon adictivamente con las apuestas, también con un clic pueden pedir préstamos, a un compañero, a un primo o a la misma billetera virtual, que muy gentilmente te lo presta con facilidad". Blanca explicó que las apuestas online son más difíciles de identificar que el juego presencial: "Desde el celular podés estar sentado en un asado y estás apostando, es mucho más difícil". Sin embargo, enumeró señales de alerta: "Hay indicadores que tienen que ver con movimientos de dinero... si piden y piden, los padres tienen que preguntarle con atención".

En el plano emocional, destacó cambios habituales: "Van a ver que los chicos están preocupados, que duermen mal, que están ansiosos, que están tristes, que dejan de salir con sus amigos, que baja el rendimiento académico".

La psicóloga fue contundente respecto del desconocimiento parental: "La mayoría de los padres no saben que sus hijos apuestan... a esta altura es necesario que lo digamos así, con todas las letras: los chicos están apostando". También cuestionó el hábito creciente de entregar pantallas para calmar a los niños: "Los hijos siguen pidiendo lo mismo de siempre. El tema somos nosotros. Si les damos una pantalla o si nos sentamos con ellos a leerles un cuento". Y agregó: "Darle una pantalla a un chico no es algo bueno para nada".

Sobre el impacto de la ludopatía en adultos, Blanca describió: "Las adicciones muestran los dramas humanos, los dolores de la existencia, las pérdidas y la dificultad para elaborar". Y alertó sobre el deterioro que provoca: "Eso que empezaste para sentirte vivo termina teniendo un costo muy muy alto".

No obstante, aseguró que la recuperación es posible: "En la mayoría de los casos la recuperación subjetiva es posible. No hablo solo de abstinencia, sino de recuperar los proyectos, los vínculos".

Blanca celebró decisiones internacionales como la reciente regulación australiana: "La decisión de Australia es muy interesante para pensar: prohibieron las redes sociales para menores de dieciséis años". Y reflexionó: "La salud mental está estragada y mucho tiene que ver con las redes sociales y con la vida digital". Por eso, insistió en la importancia de la prevención desde el hogar: "Es imperativo que los padres suelten el celular".

Al cierre, adelantó que su charla TED será publicada próximamente: "Hablo del siglo XXI, de las pantallas y de que no estamos pudiendo soñar, de que los chicos apuestan porque no sueñan". (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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