Los votantes de Javier Milei eligen creer en la teoría del derrame

A dos años de la asunción de Javier Milei y luego de la victoria del oficialismo en las elecciones legislativas, el Equipo Mide realizó 2.142 encuestas entre el 1 y el 5 de diciembre para indagar cuáles serán los principales logros de la gestión nacional durante la segunda mitad de su mandato. En este sentido, se reflejó un clima de polarización ya que uno de cada dos encuestados que votaron a Sergio Massa en el balotaje de 2023 no reconocen el potencial de alcanzar ninguno de los objetivos propuestos por el primer mandatario; solo un 4 por ciento de ese segmento le reconoce la baja de la inflación como mérito y en base a lo cual proyecta un avance en esa dirección.

Por otra parte, uno de cada diez entrevistados avizora un incremento de la pobreza y asume que la agenda futura estará orientada con foco en las privatizaciones y la “entrega del país a Estados Unidos e Israel”, con un enfoque programático que se considera orientado pura y exclusivamente para la población de ingresos más altos. Como contrapartida, quienes aducen haber optado por Milei en la misma elección de 2023, aguardan un escenario de crecimiento y reactivación económica para el futuro, más allá del sostenimiento de la reducción de la inflación y del superávit fiscal que parecerían constituirse en un activo adquirido por la actual administración.

“Es interesante notar la racionalización que se verifica entre algunos entrevistados en este sector que describen la dinámica del círculo virtuoso que se supone podría desencadenar el esperado derrame”, aclararon desde la consultora en relación a las nuevas leyes laborales y la supuesta contratación de más empleados por parte de los empresarios. A su vez, solo un 13 por ciento hace referencia, al menos de manera espontánea, a algunas de las principales reformas propuestas desde el gobierno nacional para esta segunda fase: 7 por ciento con relación a la reforma laboral y 6 por ciento con respecto a la reforma impositiva.

Al analizar el panorama de expectativas en función del sexo de los encuestados, no se verifican diferencias sustantivas. En todo caso, y en coincidencia con el mayor nivel de apoyo entre los hombres que han venido registrando los distintos sondeos realizados de manera sistemática desde el inicio del gobierno de Milei, la misma tendencia se verifica en el segmento masculino al observar un mayor acompañamiento y optimismo de cara al futuro de la actual gestión que las mujeres. Así, mientras que el 45 por ciento de los encuestados supone que la administración nacional podrá continuar con la baja de la inflación (24 por ciento) o alcanzar un escenario de crecimiento y reactivación económica (21 por ciento), dicha proporción se reduce al 38 por ciento entre las mujeres.

Cuando se analiza la proyección de la gestión gubernamental en base al nivel socioeconómico de los entrevistados, se revela un mayor escepticismo en la base de la pirámide: prácticamente uno de cada cuatro encuestados que se sitúan en el estrato de ingresos más bajo considera que la administración nacional no habrá de lograr ninguno de los objetivos propuestos para la segunda mitad de su mandato. Por otra parte, es entre quienes disponen de un mayor poder adquisitivo donde se identifica un mayor nivel de optimismo en cuanto a la posibilidad de avanzar con las reformas laboral y/o tributaria.

Finalmente, el pesimismo crece con la edad. Así, mientras el 22 por ciento de los mayores de 56 años consideran que el gobierno nacional no habrá de cumplir ninguno de los objetivos propuestos, esa proporción se reduce a un 18 por ciento entre los de 36 a 55 años y a un 13 entre los encuestados de 18 a 35 años. En consonancia con ello, cuando se indaga respecto a la posibilidad de sostener y profundizar la reducción inflacionaria y promover una reactivación económica, quienes suscriben a una o ambas de estas opciones entre dichos segmentos corresponden al 51, 42 y 38 por ciento respectivamente. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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