“Parece un principio de año más que un fin de año por toda la actividad. Nuestro municipio propone cosas en positivo, pero el gobierno nacional genera un contexto negativo, y estamos conviviendo con esas dos sensaciones”, señaló Romina Santana al describir el clima político y social que atraviesa la ciudad de La Plata.
En ese marco, explicó que el eje central de la semana estuvo puesto en la movilización del movimiento obrero: “Los trabajadores nos estamos jugando nuestro futuro laboral y nuestras condiciones de trabajo. No se pueden barrer de un día para el otro derechos que costaron décadas de lucha, sobre todo con un gobierno neoliberal que piensa solo en beneficiar a las grandes riquezas”.
La concejal destacó además la importancia de que los trabajadores ocupen bancas legislativas: “Es fundamental que también tengamos representación en espacios como el Concejo Deliberante de La Plata, porque aportamos una mirada proactiva en defensa de la producción y el trabajo, algo absolutamente necesario en estos tiempos”.
Consultada por el temor de muchos empleados a sufrir descuentos o represalias por participar de las movilizaciones, Santana fue contundente: “Ahí se ve la importancia de tener sindicatos fuertes. Nosotros ponemos la cara y el cuerpo por quienes no pueden hacerlo. Defendemos no solo a las instituciones sindicales, sino los derechos que están garantizados en los convenios colectivos. Sin eso, los trabajadores quedarían a merced del dueño del comercio o de la industria”.
Desde su rol en el Sindicato de Empleados de Comercio de La Plata, describió un panorama crítico para el sector: “No hay poder adquisitivo y la gente consume solo lo básico. Las pymes están cerrando o reduciendo personal, y llega un punto en que ya no se puede sostener la situación: terminan despidiendo o bajando las persianas. Esto pasa en La Plata y en todo el país”.
En el mismo sentido, advirtió que incluso las grandes cadenas comerciales atraviesan dificultades: “Los hipermercados, que en esta época solían tomar personal temporario, hoy no lo están haciendo. Se reacomodan vendiendo segundas y terceras marcas porque es lo único que puede consumir la mayoría. El mercado se está transformando de una manera terrible y ya sabemos cómo terminan estos procesos, porque no es la primera vez que suceden”.
Santana también reflexionó sobre la pérdida de derechos laborales y sociales: “Cometimos el error de dar por sentado que los derechos estaban garantizados para siempre. Derechos son poder planificar vacaciones, tener horarios de trabajo que te permitan una vida por fuera del empleo. Mientras en el mundo se discute reducir la jornada laboral, acá nos quieren llevar a épocas de explotación”.
Respecto a las críticas que señalan una supuesta pasividad de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), la dirigente aclaró: “No es que nos despertamos tarde. Este es un gobierno muy distinto a los anteriores, sin diálogo y sin respeto por las instituciones. Eso nos obliga a pensar estrategias diferentes: judiciales, legislativas y de movilización. No vamos siempre por el mismo camino, porque este contexto requiere creatividad y responsabilidad”.
Finalmente, remarcó el compromiso del movimiento obrero con una acción sindical integral: “Defendemos la institucionalidad y analizamos cuándo marchar, cuándo parar y cuándo ir a la Justicia o al Congreso de la Nación Argentina. Ser trabajadores no significa no entender la realidad. Al contrario, hoy más que nunca tenemos que multiplicar las estrategias para defender el trabajo y los derechos”. (www.REALPOLITIK.com.ar)