Pymes en crisis: “El golpe es tan grande que el factor humano empieza a quedar muy deteriorado”

“Yo, a esta altura, ya me paro desde lo humano”, afirmó Antonio Novielli al comenzar su análisis, y advirtió que “el golpe es tan grande que el factor humano empieza a quedar muy deteriorado. Entonces, eso es lo preocupante”.

En ese sentido, fue categórico al señalar que “el sector pyme, indudablemente, para la actual administración no es tenido en cuenta, no existe, o sea, es más, ha tenido palabras hasta de desprecio para el sector”. Para el empresario, esta mirada oficial refleja “el grado de desconocimiento que tienen sobre lo que es la productividad”.

Novielli recordó el rol histórico del entramado productivo nacional y cuestionó el desprestigio permanente sobre la industria argentina: “Es el baluarte que nos ha destacado siempre como nación. Hemos logrado tener un desarrollo industrial allá por el período del 40, del 50, del 60… hemos exportado ferrocarriles, motos, autos, juguetes”. Sin embargo, lamentó que “todo eso se ha ido tallando, mellando y trabajando psicológicamente con el concepto de que toda la industria nuestra era una porquería”.

En esa línea, aseguró: “Yo me dediqué precisamente todos estos años a demostrar que, por el contrario, nuestra industria fue exitosa. Lo que han sido porquerías por ahí han sido las medidas que han tomado para atacar al sector productivo”.

Consultado sobre las políticas actuales, el empresario fue contundente: “No sacaron una ley que favorezca al sector, ni siquiera fueron teniendo en cuenta. Nos dieron un chupetín de madera y nos dijeron: entreténganse con eso”. Y comparó esa falta de interés con otras iniciativas oficiales: “Se juntaron en 48 horas para tratar la reforma laboral”.

Sobre el escenario económico, Novielli alertó que “inversiones genuinas no están existiendo. Es nada más que timba financiera”, y agregó: “La timba financiera está pensada para unos pocos, los vivos de siempre, que se encargan de licuar capitales y fugarlos al exterior”. En ese marco, sentenció: “No hay un empresario pyme que la vea. Esos no son los que la ven, son los que la viven”.

El empresario describió con crudeza la situación cotidiana de las pequeñas empresas: “Tenés sobregiro en la cuenta corriente, sobregiro en la tarjeta, la cadena de pago rota. ¿De dónde la saco? Y bueno, salgo a vender las máquinas, pero valen diez pesos y me quieren dar uno”. Según explicó, “tenés un mercado saturado de cuestiones que no permiten que puedas desarrollar ningún tipo de actividad líquida”.

Al referirse al vínculo emocional con los emprendimientos, expresó: “Una pyme es un hijo más. Vos por tu hijo das la vida. Eso pasa con el empresario pyme y su estructura”. Y se preguntó: “¿Hasta cuándo tengo que aguantar?”.

Novielli también apuntó contra la falta de previsibilidad: “La incertidumbre y la imprevisibilidad te llevan puesta la realidad”, y señaló que resulta imposible planificar cuando “un día tenés el tema dólar, otro día el riesgo país, otro día las elecciones… no se puede pensar a largo plazo”.

En un tramo particularmente duro, el empresario alertó sobre las consecuencias sociales del modelo económico: “No es casual que los índices de suicidio hayan crecido en los adolescentes y en los adultos mayores. Los nuevos porque no saben cómo entrarle a la vida y los viejos porque ya están asqueados”.

Finalmente, al ser consultado sobre la posibilidad de que el gobierno escuche los reclamos del sector, Novielli fue escéptico: “La esperanza siempre está intacta, pero sí es muy edulcorado pensar que nos oigan. Somos consecuencia de nuestra historia y de los personajes que la manejan”.

“Estoy en la parte empresarial hace 45 años, vi pasar montones de cosas, amigos que tuvieron que cerrar, gente que tuvo que emigrar, y llegar a esta edad y ver que estamos tropezando de nuevo con la misma piedra es muy duro”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)