Cena solidaria en La Plata: “Fue una convocatoria muy amplia que permitió que la ciudadanía participe”

“La convocatoria fue muy veloz realmente”, explicó Santiago Alonso al reconstruir cómo se gestó la actividad. En ese sentido, destacó que “el Obispo nos convocó a poder realizar algo de manera conjunta, se empezó a pensar desde la pastoral social y se armó la convocatoria ampliamente para que participe en todos los sectores de la sociedad”.

Según detalló, participaron “organizaciones católicas, evangélicas, no religiosas, asociaciones civiles, ONG, organizaciones militantes y políticas, cáritas, organizaciones de vecinos, la ciudadanía que se autoconvocó”, además de comerciantes, organismos provinciales y municipales, la Cruz Roja y postas de salud. “La verdad que fue una convocatoria muy amplia y que de alguna manera convocó a que la población quiera participar en esta problemática que afecta a las personas y a toda la ciudadanía”, remarcó.

Al ser consultado sobre si estas acciones se limitan a fechas puntuales como Navidad, Alonso aclaró: “Esta actividad es la primera vez que se hace para la cena de navidad”, pero subrayó que el trabajo es permanente. “Eso es algo que funciona en los 365 días del año, cada uno con sus matices y sus bemoles propios”, afirmó, al describir la articulación cotidiana entre distintas organizaciones.

En relación al vínculo con el estado, el psicólogo fue claro: “El estado ya destina recursos para esta problemática, distintas problemáticas de salud, habitacionales y demás”. En ese marco, sostuvo que el eje debe ser la corresponsabilidad: “No se puede avanzar en acciones concretas delegando la responsabilidad en uno o en otro, uno tiene que poder empezar a pensar la corresponsabilidad”.

Alonso también se refirió a las dificultades para sostener acuerdos y diálogos en un contexto social complejo: “Hoy resulta a veces muy difícil frente a los discursos de un lado del otro que se mantienen, hacer un silencio o escuchar, ver que resuena en el corazón de uno, establecer un diálogo y establecer un acuerdo”. Para él, ese proceso es “una artesanía que se va dando en cada uno de los diálogos”.

Consultado sobre por qué no toda la sociedad se involucra, reflexionó: “A veces no tiene tiempo, no solamente fáctico, no tiene tiempo psíquico, emocional, porque la cabeza está en mil y uno está en mil millones de cosas”. Además, agregó: “Muchas personas no saben qué hacer y porque en definitiva de alguna manera faltan estas estructuras que permitan que la población, la ciudadanía, se organice para llevar alguna tarea”.

Sobre la experiencia concreta de la cena solidaria, destacó el clima logrado: “Se logró crear ese clima que no generó ninguna situaciones de violencia, que no generó rispideces entre nosotros dentro del equipo ni con las personas”. Y añadió: “En el centro la protagonista fue el sentarnos a la mesa, compartir la cena y pasar la noche, encontrarnos, conocernos”.

De cara a las necesidades actuales, Alonso fue contundente: “Lo principal que necesitamos son voluntarios, porque es una problemática bastante pesada emocionalmente”. Sin embargo, aclaró que hay múltiples formas de colaborar: “Quizás una vez al mes, quizás dos veces al año, también un montón. O también pueden ser voluntarios a través de donaciones”.

Finalmente, dejó un mensaje para la comunidad y el año próximo: “Nos queda un año próximo que va a demandar mucha articulación, mucha responsabilidad de la ciudadanía”. Y concluyó con una reflexión que sintetiza su mirada: “Nadie se puede salvar solo, lo peor que nos puede pasar como sociedad es quedarnos aislados y no saber lo que le pasa al otro”. (www.REALPOLITIK.com.ar)